“El desarrollo de los proyectos mineros debería ser un objetivo nacional, y no sólo del sector minero”, señala Gonzalo Quijandria, Director de Asuntos Corporativos de Minsur, en esta entrevista concedida para la revista MINERÍA & ENERGÍA.
¿Cuáles son sus apreciaciones de este contexto de mayor demanda de cobre y mejores precios?
Me parece que el sector minero debería aprovechar esta coyuntura de precios favorables para retomar proyectos hoy paralizados, especialmente aquellos que, siendo viables ambiental y económicamente, la población del área de influencia fue víctima de la desinformación, llevándolos a oponerse a su desarrollo. Tenemos varios casos en los últimos años. No se trata de imponer, sino de volver a mostrar la importancia del desarrollo de estos proyectos para la economía nacional, y especialmente para las propias áreas de influencia, ahora que lo necesitamos más que nunca por la crisis económica generada por la pandemia.
Para poner en valor la cartera de proyectos del sector minero, ¿es necesario un esfuerzo conjunto de los sectores público y privado?
Considero que poner en valor los proyectos mineros deber ser el resultado de un esfuerzo público y privado, de todos los peruanos que desean que en el Perú sigamos luchando contra la pobreza. El éxito de los proyectos mineros redunda en todos los sectores de la economía, sobre todo en las zonas donde se dan las operaciones, no sólo por las transferencias del canon sino por el impacto en el empleo y el comercio local. Desarrollar los proyectos mineros debería ser un objetivo nacional, y no sólo del sector minero.
¿La minería tiene un impacto positivo en el desarrollo del país?
Sin necesidad de repetir cifras que muestran cómo la inversión minera redunda positivamente en el empleo directo e indirecto, y en el impulso al comercio de bienes y servicios locales, así como en sectores que reciben transferencias tecnológicas a través de las empresas mineras, como la agricultura o ganadería, está la necesidad urgente que hoy tiene el país de volver a generar rentas para mantener los servicios públicos, que hoy es más evidente que nunca que requieren mejoras, como salud, educación o seguridad.
La minería formal sigue siendo una importante fuente de ingresos con los que cuenta el Estado para cubrir el costo de estos servicios. Si necesitamos como país incrementar estos ingresos, debemos tener nuevos proyectos funcionando pronto, pues cualquier otro camino, como una mayor presión tributaria, sólo se llevaría a otro país los capitales necesarios para desarrollar estos proyectos.
¿Han sido exitosos los protocolos implementados en el sector minero frente a la pandemia Covid- 19?
Los protocolos implementados han demostrado ser eficaces para mantener entornos de trabajo saludables, donde es posible mantener el virus fuera de las unidades mineras, pues se toma pruebas a todos los colaboradores antes de desplazarse hacia las unidades mineras, regularmente durante las jornadas y antes de regresar a sus hogares. Esto permite que se pueda identificar a tiempo los posibles contagios. Asimismo, se respeta el distanciamiento social y uso de mascarillas durante las labores y en los descansos. La segunda ola ha encontrado a las empresas con los protocolos implementados.
¿Continúan siendo difíciles las relaciones con las comunidades cercanas a las operaciones mineras?
La conflictividad social continúa siendo un tema de preocupación para las empresas mineras, lo que lleva a revisar e incrementar los esfuerzos desplegados por las empresas para mantener el diálogo con los sectores que puedan tener dudas sobre el impacto de nuestras operaciones.
Las cuarentenas y políticas de aislamiento social no han reducido este riesgo, pues la conflictividad se ha dado aún en regiones con alertas extremas de contagio.
Sin embargo, la pandemia ha colocado temas muy importantes en la agenda de diálogo, como la salud y educación pública, lo que constituye una oportunidad para llevar los espacios de diálogo hacia agendas de desarrollo sostenible, un reto que está permanentemente presente en el relacionamiento con las comunidades. Esperemos que esta difícil experiencia nos lleve a dialogar sobre los temas más importantes para el desarrollo del país.
Fuente: Revista Minería & Energía