Un año después de que el presidente Castillo anunciara en su primer mensaje a la nación la urgencia de “recuperar” el gas de Camisea, y diez meses después de que el otrora premier Guido Bellido llevara una carta a la sede de su accionista mayoritario, Pluspetrol, la renegociación de los contratos del yacimiento está en punto muerto.
En octubre del 2021, el Ejecutivo instaló una comisión multisectorial para definir los lineamientos con que, posteriormente, debía sentarse ante el consorcio. Y, aunque entre las sugerencias publicadas en enero figuran negociar con los contratistas de los lotes 88 y 56 “compromisos de exploración, incluyendo perforación de nuevos pozos”, el progreso a partir de ahí ha sido nulo.
Masificación del gas de Camisea reduciría el costo de la canasta básica y beneficiaría a las zonas con mayores índices de pobreza. Foto: La República
Al menos, desde Pluspetrol consideran que el asunto de la renegociación es página volteada, según fuentes cercanas del consorcio que esta semana cumplió 18 años, y además reconocen que no se avanzó nada desde la carta de Bellido y no hubo más reuniones para tocar el tema.
En su lugar, saludan que el Gobierno haya capitulado y “reconozca los esfuerzos que se hacen desde el sector privado” para apoyar la masificación, dijo para La República la gerenta de Asuntos Externos de Pluspetrol, Janinne Delgado.
“Nosotros como consorcio nos sometemos al marco normativo de la Constitución y los contratos. En ese marco es que nos hemos manejado”, subrayó la funcionaria.
Precisamente, uno de los temas planteados era el fomento de mayores inversiones en exploración que garanticen reservas a futuro pues, en la práctica, todavía estamos consumiendo el gas que se descubrió (y por casualidad) en 1984, como recuerda el especialista en temas energéticos Aurelio Ochoa.
La cuestión de Perupetro
“Tan urgente ha sido para este Gobierno la renegociación, que hasta hoy no se ha renovado al directorio de Perupetro”, señala Ochoa. Perupetro es la entidad responsable de administrar los lotes de hidrocarburos y negociarlos a nombre del Estado, es decir, el intermediario oficial para sentarse con Pluspetrol.
“Creemos que es importante que en general todas las cabezas de las entidades públicas no estén acéfalas y efectivamente se designe a funcionarios que tengan la trayectoria para estar en los puestos”, aseveró Delgado al ser consultada sobre el directorio de Perupetro.
Con un millón de peruanos que quedarían fuera de la masificación por la ley 679 aprobada en el Congreso -según la SPH-, Ochoa recuerda también el otro punto crucial para la renegociación hoy dormida: las regalías del contrato de exportación, las cuales resultan siendo mucho menores a las del gas consumido en el país.
El especialista refiere que la fórmula de recaudación según el precio final en los destinos de exportación llevan a que el Perú obtenga el 37,24% de sus regalías por consumo de gas en el mercado interno, mucho más que por la venta a mercados internacionales en plena escasez mundial por la guerra.
“Se han generado expectativas, particularmente en el sur, y todo ha quedado prácticamente en nada”, lamenta.
Gasoducto sur un eje central, según informe del Ejecutivo
El informe de la comisión multisectorial del Ejecutivo propuso también relanzar el gasoducto sur peruano (GSP) -hoy SITGAS- con la traza original para “generar un menor tiempo en su desarrollo y ejecución”.
Entre enero y mayo, Perú exportó a Europa 74% más gas que en 2021 por la guerra: 1,8 millones TM.
Según un informe de Reuters, 15 de los 26 cargamentos fueron a España y Reino Unido, mientras los demás atracaron en Asia, región que el año pasado fue el mercado preferido para el GNL peruano en medio de una escalada mundial de las energías.
Recientemente, Pluspetrol y Cálidda desarrollaron un programa de entrega de bonos para la compra de buses y camiones a gas.
Fuente: LA REPÚBLICA.
