La gigante minera chilena Antofagasta ha hecho una propuesta audaz para el futuro de su mina de cobre Zaldívar. La empresa ha solicitado un permiso medioambiental para extender las operaciones de la mina hasta 2051, marcando una visión ambiciosa para el proyecto.
Este plan de ampliación incluye una inversión prevista de 1,200 millones de dólares en el proyecto de metales básicos. Con este enfoque, Antofagasta espera asegurar la viabilidad y rentabilidad del proyecto a largo plazo.
El permiso de estudio de impacto ambiental de la mina, conocido como EIA, está programado para expirar en 2025. Sin embargo, la extensión de este permiso no modificaría la capacidad de producción de la empresa aprobada anteriormente, según se informó. La solicitud se presenta con el objetivo de prolongar las operaciones de la mina por 26 años adicionales.
Una vez agotado este período, se pondría en marcha un plan de cierre de la mina, que se espera dure hasta 2054. Este plan formaría parte de las medidas de sostenibilidad y de responsabilidad medioambiental de la compañía.
Fuente: LA NACIÓN.