Excluyendo el resultado del 2020 (primer año de la pandemia del covid-19), las proyecciones de diferentes analistas adelantan que en el 2023 la economía peruana registraría el crecimiento más bajo en más de 20 años. Esto, parte, por los impactos de la primera parte del año (ciclón Yaku, fenómeno de El Niño y conflictos sociales), así como una inversión privada en “rojo” y una confianza empresarial deteriorada.
En este contexto, en el Reporte Trimestral Macroeconómico de Credicorp Capital y el BCP, se ajustó la proyección de crecimiento de la economía al 2023 a “por debajo del 1%”: esperan que el producto bruto interno (PBI) se expanda solo 0.6% este año.
“El PBI crecerá por debajo de 1% este año y como hemos mencionado previamente, el 2023 será uno de los peores años para la demanda interna en las últimas dos décadas (excluyendo la pandemia)”, se menciona. Además, estiman que el crecimiento de la economía en el 2024 sea de solo 2%, con riesgos a la baja.
Anteriormente, la proyección para el 2023 se había situado en 1.1%, mientras que para el 2024 se estimaba una expansión de 2.7%.
En detalle, se espera un crecimiento de alrededor del 1% para el tercer trimestre del año, luego del retroceso de 0.5% del primer semestre del año. Los factores que sostendrían la recuperación en los últimos meses del 2023 son: desaceleración de la inflación y mejora en el poder de compra real, recuperación gradual de las expectativas, espacio de catch-up en el sector turismo y estímulo fiscal y obras de prevención contra El Niño 2024.
Sin embargo, citan dos grandes factores que pueden interferir en esta recuperación: “Según el último comunicado del Enfen (31-ago), condiciones cálidas fuertes (asociadas con la temperatura superficial del mar) permanecerían en lo que resta del año, lo cual disminuye la probabilidad de una apertura de la segunda temporada de pesca de anchoveta. Además, se espera una desaceleración de los socios comerciales de Perú hacia adelante”.
El fenómeno de El Niño se mantiene como el principal factor de incertidumbre a monitorear hacia el 2024: “Esto se debe a la creciente probabilidad de un evento El Niño con magnitud moderada/fuerte. El 2017, cuando Perú enfrentó El Niño costero, entre diciembre del 2016 y mayo del 2017 el evento se consideró de magnitud moderada. Sin embargo, en términos de impacto fue el tercero más intenso en los últimos 100 años”.
Los sectores más afectados por El Niño serían: agricultura, pesca y los sectores no primarios en general ante el daño en infraestructura y vivienda.
Inversión, inflación y tasa de interés
Para Credicorp, la inversión privada aún se mantendría débil en un contexto de lenta demanda interna, falta de avances notorios en proyectos de gran y mediana escala, e incertidumbre asociada al impacto de El Niño.
Por su parte, se espera que el empleo formal continúe su desaceleración en los próximos meses en línea con una débil inversión privada. Los salarios reales comenzarían a recuperarse en línea con una desaceleración de la inflación.
La expectativa para la inflación es que “continúe desacelerándose hasta cerca de 4% al cierre de año, mientras que la medida core se ubicaría en torno al tope del rango meta (3%), en línea con una demanda interna débil”.
Agrega que “en términos de riesgos para la inflación, hay dos factores a considerar: recientemente el precio internacional del petróleo ha escalado y se ubica cerca de los US$ 90 por barril, un máximo en 10 meses; y se podría sentir un impacto dado el efecto de El Niño durante el verano peruano dependiendo de su magnitud, aunque dicho efecto seria transitorio en términos de precios”.
En ese sentido, todavía esperan que el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) recorte en su tasa de referencia en 100pbs en el cuarto trimestre del año, pero el riesgo es que haya menos recortes de los previstos.
Fuente: GESTIÓN.