El viernes pasado, el oro alcanzó un máximo de tres meses, tras cotizar por encima de US$ 1,994 la onza. El temor generado por una posible escalada del conflicto en Oriente Medio y otra subida de tasas de la Fed este año impulsaban la demanda por el activo de refugio.
Si bien el metal mostró una ligera disminución al cierre del lunes 23 de octubre, en dónde cotizó US$ 1,984, se espera que el precio siga fluctuando en los siguientes días en medio de un contexto incierto.
Al respecto, César Romero, jefe de Investigación de Renta4 SAB, indicó que el precio podría seguir subiendo en el corto plazo, pero que bajaría para el cierre de año por menores presiones geopolíticas y la subida de las tasas.
“De acuerdo con la tendencia que vemos, el oro podría llegar a los US$ 1,950 al cierre de año, ello en línea con el mercado. No obstante, es importante mencionar que, dentro de todo, es un metal que tiene cierta volatibilidad, por lo que cualquier complicación a partir de la guerra podría cambiar la estimación”, explicó a Gestión.
Conflicto en Medio Oriente
Romero recordó que en el año el activo refugio ha llegado a un máximo de US$ 2,056 la onza, sin embargo espera que no llegue a esos niveles de nuevo o que haya un aumento alto.
“Solamente en el caso haya una complicación extra en términos logísticos o en el conflicto de Medio Oriente, como sanciones de EE.UU. o represalias de otros países del este, como China e Irán”, indicó.
Agregó que ese tipo de situaciones si podrían incidir directamente en el precio del oro, “pero por el momento el mercado no lo tiene contemplado”,
Anthony Hawkins, analista de Inversiones y Mercado de Capitales en Kallpa SAB, coincidió en que no se espera un mayor impacto en la cotización del metal debido a la guerra en Medio Oriente.
“No esperamos que el conflicto israelí-palestino cause tanta volatilidad en el precio del oro como lo hizo la guerra entre Rusia y Ucrania, que solo en su primer mes el metal subió 13.9%. Ello, ya que las exportaciones de oro de Rusia representan el 9.2% de la producción mundial del metal, por lo que en aquel tiempo el mercado temía que la oferta de oro se viera comprometida”, detalló a Gestión.
Sin embargo, señaló que esto se cumpliría siempre y cuando no se involucren más países al conflicto y que la inflación no aumente, pues estas situaciones si podrían hacer que el valor del activo suba de manera agresiva.
Por su parte, Washington López, CEO de Washington Capital, consideró que a fines del 2023 el metal sí alcanzaría la valla de US$ 2,000 e incluso, podría superarla para inicios del siguiente año.
“Creo que la coyuntura macroeconómica está hecha estructuralmente para un rally de oro en los próximos seis meses. Ya sea por las tasas de interés de la FED o el conflicto bélico, pero se le va a dar ese impulso para que supere los US$ 2,000. Es un escenario que puede ocurrir y que técnicamente es viable”, estimó.
Asimismo, manifestó que el metal llegaría a la zona de los US$ 2,000 para luego hacer un ajuste y alcanzar los US$ 2,300 en el 2024.
¿Qué tiene que pasar para que el precio baje?
López refirió que para que el precio del oro disminuya, se deben presentar cualquiera de los siguientes tres escenarios:
Un repunte de la inflación que obligue a la Reserva Federal a mantener un ciclo alcista de tasas más prolongado.
Resultados insatisfactorios de las políticas económicas chinas, que podrían indicar una desaceleración económica.
Una resolución diplomática del conflicto entre Israel y Palestina, reduciendo la demanda de oro como refugio seguro.
Explicó que la posible escalada del conflicto entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás ha mantenido a los inversores en vilo, ya que el metal se utiliza como inversión segura en tiempos de incertidumbre política y financiera.
Adicionalmente, López dijo que las tasas de interés más altas por parte de la Reserva Federal (FED) aumentan el costo de oportunidad de tener lingotes. Sin embargo, “el ciclo alcista de las tasas parece estar cerca a su fin y mensajes alineados a esta tesis pueden ser favorables para el oro”.
“Todavía hay algunas señales de que hay una desaceleración en la economía estadounidense, lo que debería beneficiar al oro. Se anticipa que el precio del oro podría cotizar en el rango de US$1,860 – US$1,950 en el corto plazo”, estimó a Gestión.
¿Hay una opción para invertir?
César Romero indicó que invertir en estos momentos en el oro puede ser considera una opción, no obstante, no se debe esperar un retorno alto.
“Se espera una apreciación del oro en el corto plazo, pero la rentabilidad es bastante pequeña. El metal podría estar subiendo entre el 5% a 10%, entre 4 a 6 meses”, precisó a Gestión.
Ahora, si el inversor desea mirar a largo plazo, el especialista recomienda esperar un poco el impacto del mercado frente a las tasas elevadas en Estados Unidos, pues hay posibilidad de que se pueda dar una recesión en el mercado que pueda generar aversión al riesgo y generar una apreciación del oro.
“En el largo plazo va a depender del efecto en el mercado. Las variables macroeconómicas de EE.UU. aún se mantienen sólidas y el desempleo se mantiene en niveles mínimos. Dentro de todo la demanda sigue respondiendo, depende de en que punto la FED gire las políticas de las tasas”, destacó.
Por su parte, Washington López señaló que es un buen momento para tomar posiciones en oro debido al contexto internacional.
“Sí, este es un buen momento para considerar inversiones en oro. La expectativa de recesión en las economías desarrolladas debido al aumento de las tasas para combatir la inflación sugiere que el metal sería una inversión favorable”, finalizó.
Fuente: GESTIÓN.