Crecen las alternativas de inversión que ofrece el mercado a los peruanos con mayor tolerancia al riesgo, quienes ahora pueden apostar por proyectos de pequeña minería de oro, plata y cobre.
El mercado de pequeños productores mineros de metales preciosos, y algunos de cobre, reporta una necesidad de capital para ejecutar sus proyectos, pero es complicado acceder a financiamiento considerando el bajo nivel de formalización de este negocio, dijo Jaime Cortez, CEO de Arcor Group Consulting.
A la par, hay un segmento de inversionistas en el país con excedentes en dólares y que están buscando una rentabilidad competitiva, que los cubra de la inflación, señaló.
Tal escenario ha generado una oportunidad para que estas personas canalicen sus recursos a pequeñas empresas mineras -que producen hasta 350 toneladas por día- a través del financiamiento participativo financiero (crowdfunding), comentó Simon Vacher, CEO de Inversiones.io.
El inversionista podría alcanzar un retorno anual en dólares de hasta 25%, en plazos que van de 12 a 36 meses -los mismos periodos de financiamiento otorgados a los empresarios mineros-, recibir un pago de intereses mensuales y amortizar el capital al final, precisó.
“Hablamos de un mercado negro de oro, aquel que no se declara, que puede llegar a los US$ 6,000 millones -casi 2.5% del PBI-, aunque nosotros apuntamos a cerca de 400,000 mineros que se encuentran en la formalidad, producen más del 55% del oro legal y pueden facturar desde US$ 200,000 al mes”, detalló Cortez.
En tanto, Vacher sostuvo que se trata de una inversión riesgosa, al involucrar el desarrollo de un proyecto, por lo que ofrece una rentabilidad significativa, atractiva para el partícipe.
Además, para mitigar el riesgo del crédito se ha establecido una garantía hipotecaria, con la que el monto otorgado al pequeño minero será equivalente -como máximo- al 70% de la valorización del inmueble, detalló.
Los gerentes precisaron que frente al incumplimiento del empresario minero hay dos mecanismos para ejecutar la garantía. En deudas por debajo del US$ 1 millón se recurrre a un arbitraje, y si son préstamos mayores, a través de un fideicomiso de titulización.
Vacher describe dos perfiles de inversionista: un primer grupo que invierte desde S/ 500 a S/ 40,000; y otro con ticket de S/ 40,001 a S/ 1 millón. El ticket pequeño se maneja de forma masiva y los poseedores de montos más grandes -en su mayoría de institucionales- tienen una relación más directa con asesores, complementó.
¿Qué otras inversiones ofrece el crowdfunding?
Otra opción disponible mediante crowdfunding son los proyectos de vivienda social. Los plazos van de cuatro a nueve meses y el rendimiento anual puede ser de hasta 30% en soles.
Se trabaja con una fiduciaria que canaliza los flujos otorgados por los bonos del Estado (como Techo Propio) hacia el pago del préstamo, y se entrega el saldo a la constructora, dijo.
Además, se tiene la alternativa de inversión en operaciones con proveedores del Estado, que ofrece entre 20% y 30% de rendimiento anual en soles, refirió.
Las empresas que trabajan con entidades públicas reciben su pago al final del contrato de la licitación, por lo que el mecanismo de crowdfunding les adelanta el dinero para sus operaciones, explicó.
“El financiamiento bancario es escaso para este rubro pues el proveedor devuelve el total prestado al final del contrato, cuando la entidad del gobierno le paga, y no mediante cuotas, como sucede en el sistema financiero”, agregó.
Por su parte, Yang Chang, docente de Finanzas de la Universidad de Piura, afirmó que los potenciales retornos son elevados porque las actividades en las que se invierte son arriesgadas al involucrar cierta temporalidad en el desarrollo de proyectos, que incrementa el temor de impago.
“Por ejemplo, el Estado sí paga a sus proveedores, pero se demora un periodo relativamente amplio. Todo ese tiempo en que el inversionista no ve su dinero se refleja en la rentabilidad ofrecida”, añadió.
Fuente: GESTIÓN.