La peruana Buenaventura, a través de su empresa asociada Coimolache, ya tiene los primeros cálculos de inversión que conllevará sacar adelante el yacimiento de cobre ubicado en Cajamarca.
De enero a julio de este año, la inversión minera alcanzó los US$ 2,512 millones, registrando un crecimiento de 9.8% frente a los US$ 2,288 millones reportados en similar periodo del 2023, según datos del Ministerio de Energía y Minas (Minem). Ante este panorama positivo, algunas empresas del sector vienen evaluando su cartera de proyectos para seguir invirtiendo en el país. Una de ellas es la Compañía de Minas Buenaventura (Buenaventura), que analiza el presupuesto que conllevará sacar adelante la etapa de sulfuros en su proyecto Tantahuatay (Cajamarca).
Y es que, a través de su empresa afiliada Compañía Minera Coimolache, vienen ejecutando una campaña de perforación en el yacimiento de cobre que se ubica debajo de la actual operación de óxidos de oro y plata de Tantahuatay. Sin embargo, debido a que han observado resultados favorable, la firma se encuentra enfocada en esta operación, ya que ello le permitirá obtener reservas por hasta dos décadas más.
“Vamos a estar con la operación actual (Tantahuatay) hasta el 2028. Son 17 años que estamos explotando la mina y esperamos que con esta nueva etapa, que son los sulfuros, nuestras reservas nos den para estar, por lo menos, 20 años más. Todavía la exploración está abierta, pero tenemos muy buenos indicios de que es un yacimiento de clase mundial y ya estamos trabajando para lograr ese objetivo”, dijo Leandro García, gerente general de Buenaventura en el evento Expomina Perú 2024.
En tal sentido, García precisó que vienen evaluando si será una operación subterránea o de tajo abierto y cuánto de tiempo les tomará implementar todo lo necesario para sacar adelante dicha mina, ya que consideran que es un recurso grande.
“Podemos empezar con una mina subterránea y tendríamos ahí, aproximadamente, 15 años y, en la medida que vamos avanzando con la compra de tierra superficial suficiente para poder tener lo que se necesite para el tajo, podríamos tener más mina después de los 17 años. Estamos en el análisis de todos los casos posibles del negocio, lo cual es importante para la minería. Debemos tomar en cuenta a absolutamente todos para tomar finalmente una decisión”, explicó.
Respecto al desembolso que conllevaría sacar adelante la etapa de sulfuros del proyecto Tantahuatay, el gerente general de Buenaventura manifestó que, según cifras preliminares, les demandaría una inversión de entre US$ 600 y US$ 700 millones, lo cual ratifica la continuidad de la compañía en Cajamarca.
Producción obtenida en Coimolache
Al cierre del primer semestre, la minera Coimolache reportó una producción de 30,186 onzas de oro y se prevé que al término del año se ubique entre los 38,000 a 43,000 onzas. Mientras que en plata, dicha compañía asociada a Buenaventura registró 139,635 onzas.
La minera también resaltó que durante el segundo trimestre, el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) aprobó el tercer Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de Coimolache. Esta autorización, le permite a Buenaventura solicitar el permiso de construcción correspondiente para aumentar la capacidad del PAD de lixiviación en dicha operación.
Fuente: GESTIÓN