La cotización internacional del oro rompió récords este lunes al cierre en los mercados europeos, alcanzando los US$2,630 por onza, una revalorización de más del 27% en lo que va del 2024, dos días después que la FED recortara tasas de interés, lo que apuntaló aún más la posición de ese commodity como metal refugio.
Sin embargo, si bien en teoría ese repunte en el precio del metal precioso debe dar mayor impulso a las inversiones para buscar nuevos yacimientos o destrabar proyectos de nuevas minas auríferas, en el Perú hay pocas expectativas que ello pueda favorecer a la minería legal, sino por el contrario, beneficiar a los mineros ilegales, según expertos consultados por Gestión.
Vale recordar que, ante de la pandemia, el oro mantenía una cotización por debajo de los US$1,500 por onza troy, pero después de la llegada del Covid-19, mantiene un precio en constante alza; sin embargo, en el Perú, la actividad aurífera formal decae en forma sostenida.
Producción anual cada vez menor
Así, mientras hasta el 2018 –y durante décadas- se mantuvo como quinto productor mundial, con una producción de entre 140 a 158 toneladas por año, en el 2021 el Perú ya había caído al octavo lugar, y el 2023 bajó aún más, al 11 avo puesto, con apenas 90 toneladas finas anuales.
Además, según reciente data del Ministerio de Energía y Minas (Minem), a julio del 2024 (además de las diez grandes productoras de oro), en el país existían 240 titulares mineros (medianas y pequeñas mineras) explotando ese recurso, cantidad 14.8% inferior a los 282 titulares registrados en el 2020.
Sólo crece en seis grandes minas
Asimismo, la extracción aurífera de esos 240 titulares mineros, de enero a julio, cayó en –0.3%, si bien creció sólo en seis de las diez principales minas de oro, y con lo cual la producción en los primeros siete meses del año aumentó en 12.6%, y sumó 60.3 millones de toneladas.
Sin embargo, el crecimiento del precio del metal dorado hizo que, de enero a junio, sus exportaciones alcanzaran los US$6,6687 millones, un crecimiento de 32.2% frente a igual periodo del 2023, representando el 19.6% del valor total de las exportaciones peruanas.
Perspectiva del BCR
Pese a estos dos últimos resultados positivos (producción y exportaciones), el Banco Central de Reserva (BCR), revisó a la baja su previsión de crecimiento del sector minero, de 2.0%, a 1.2% (en su Reporte de Inflación de Setiembre vs. el de junio).
La baja obedece, explicó, al menor desempeño esperado de la producción de zinc, así como en las revisiones de los planes de producción para las minas de cobre y oro. Ello, a pesar de que el banco revisó al alza (a US$2,327 por onza este año) su proyección para el precio del metal dorado.
Esta revisión -detalló- recogió el incremento de los riesgos geopolíticos y las expectativas que los flujos de ingreso de fondos hacia los ETF de oro aumenten a medida que se relaje la política monetaria en varias economías desarrolladas, y que las compras de bancos centrales se mantengan elevadas.
En teoría, debería beneficiar al Perú
Para Marcial García Schreck, Socio de la División de Tax Services de EY Perú, el recorte de las tasas de la FED debe tender a bajar la cotización del dólar en el país, lo cual, en teoría, debería atraer capitales a nuestro territorio, pues el rendimiento de la moneda norteamericana además sería más alto en Perú que en EE. UU.
En tal sentido, el experto indicó que, también en teoría, el alto precio del oro debería atraer inversiones hacia minas de oro en Perú, aunque un factor en contra es que aún resulta difícil proyectar con certeza qué pasará con el precio del metal amarillo a futuro.
Ello, mientras que para el caso del cobre existe más certeza de que su cotización seguirá en alza, sustentada en el cambio de la matriz energética que podría duplicar su demanda al 2035.
SNMPE: beneficiará a los ilegales
Sin embargo, para Carlos Gálvez, ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), los precios récord que alcanza el oro actualmente van a estimular mucho más la minería ilegal en el Perú que la formal.
“La extracción ilegal de minerales es lo que se va a desbordar sin control, porque las empresas mineras que tenían proyectos de oro están reduciendo su producción, no están abriendo nuevos proyectos, y tampoco están haciendo exploraciones”, advirtió.
En efecto, según el Minem, existe sólo un proyecto de oro en construcción, como es San Gabriel (de US$470 millones), mientras que otros conocidos en curso, como son Reposición Inmaculada y Reposición Tantahuatay, son para reponer reservas.
Formales siguen sin protección
Gálvez, director del citado gremio, explicó que esta caída en la producción se da en un escenario de falta de respeto a las concesiones, pues éstas pueden ser perfectamente invadidas por mineros ilegales, en tanto que las empresas formales no tienen mayor proyección del Estado, el cual, criticó, no hace cumplir las leyes.
Por esa razón, concluyó, la empresa Newmont fue bajando su producción (y también lo hizo) Yanacocha; Barrick terminó sus operaciones, y quedan solamente algunas pocas (operaciones) en Pataz.
“Tienes a (las empresas) Poderosa, Minera Horizonte, Marsa, pero que están asediadas por la minería ilegal; entonces, yo me temo que esto (el alza en el precio) va a radicalizar mucho más la actividad minera ilegal, en desmedro de la actividad formal”, insistió.
Fuente: GESTIÓN