La transformación de la minería peruana ya está en marcha. La automatización, el uso de sensores inteligentes, la inteligencia artificial y el análisis de datos en tiempo real están redefiniendo no solo los procesos, sino también el tipo de liderazgo que necesita el sector. En este contexto, el sur del Perú tiene un rol estratégico: convertirse en el punto de partida para formar a los nuevos líderes de la minería del siglo XXI.
“Ya no basta con operar maquinaria o seguir procedimientos técnicos. Hoy se requiere pensamiento crítico, gestión de información, trabajo multidisciplinario y liderazgo en entornos digitales”, señala Mario Saavedra, director de la Cámara Chileno-Sudafricana.
Talento con visión transformadora
Saavedra destaca que el cambio no solo debe darse en las operaciones, sino en la manera en que se forma el talento. La minería moderna necesita profesionales capaces de tomar decisiones informadas, liderar equipos híbridos y comprender el impacto humano de cada innovación.
Afortunadamente, ya se están viendo señales alentadoras desde el sur del país: jóvenes que desarrollan soluciones tecnológicas aplicadas al sector, propuestas enfocadas en sostenibilidad y eficiencia energética, e iniciativas educativas que buscan integrar nuevas competencias digitales en sus programas.
“Hay una generación con ganas de innovar y transformar. Y lo más valioso es que lo están haciendo desde su realidad, vinculando tecnología con desafíos concretos del territorio”, sostiene el especialista.
Articulación: el siguiente paso
Aunque estas experiencias están marcando una ruta positiva, aún persiste el reto de consolidarlas. Para Saavedra, la clave está en articular esfuerzos entre empresas, centros de formación, gobiernos regionales y gremios, de forma que se construya un ecosistema que promueva no solo el conocimiento técnico, sino también el liderazgo con propósito.
“Cuando estos actores se sientan en una misma mesa y diseñan juntos los perfiles profesionales que el sector necesita, la brecha entre educación y empleo se reduce. Esa coordinación es lo que puede convertir al sur en una cuna de talento minero competitivo”, afirma.
Sur con potencial de liderazgo regional
Más allá de su tradición minera, el sur peruano cuenta con capital humano, instituciones técnicas y vocación de desarrollo. Para Saavedra, estos factores permiten pensar en un modelo de formación con identidad regional, enfocado en los desafíos reales de la industria, y adaptable a otras actividades como la manufactura, la logística o la energía.
“La tecnología ya está. Lo que toca ahora es preparar a las personas que la harán relevante. Si logramos eso, el sur no solo será proveedor de talento para la minería, sino también ejemplo de cómo formar líderes que conectan innovación, sostenibilidad y visión estratégica”, concluye.