“La semana comenzó con una marcada caída en el precio del petróleo, aunque posteriormente registró una leve recuperación. El Brent llegó hasta la zona de los 65.30 dólares por barril y el WTI alrededor de los 61.45 dólares al inicio de la jornada. Más tarde ambos se estabilizaron, reflejando la cautela de los mercados frente al clima de incertidumbre global.
El comportamiento bajista que se venía observando desde el jueves pasado. El Brent cayó más de un 1.30% y el WTI retrocedió más de un 1.50%. Estos movimientos reflejaron el nerviosismo de los operadores ante la falta de avances contundentes en los recientes encuentros diplomáticos.
La cautela se intensifica por el escenario internacional. Los inversores siguen con atención la reunión entre Donald Trump y Volodymyr Zelenskiy, llevada a cabo tras una cumbre inconclusa en Alaska con Vladimir Putin. En aquel encuentro, Trump adoptó una postura más cercana a Moscú al plantear la firma de un acuerdo de paz sin exigir previamente un alto el fuego, lo que genera dudas sobre la estabilidad del suministro energético global.
De manera paralela, se ha reactivado la polémica en torno a India después de las críticas provenientes de Washington por sus compras de crudo ruso. El argumento es que esas transacciones estarían financiando la guerra en Ucrania. La posibilidad de sanciones secundarias que busquen frenar ese flujo ha añadido un nuevo foco de tensión en el panorama del petróleo.
Otro elemento que concentra la atención es el panorama monetario. Los comentarios del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en la reunión anual de Jackson Hole son seguidos de cerca por los mercados ya que podrían anticipar cambios en la política de tasas de interés con impacto en la demanda global de energía.
Más allá de los movimientos inmediatos, las proyecciones del organismo estadístico energético de Estados Unidos apuntan a una caída sostenida en los precios del Brent y el WTI hacia fin de año. Se espera que se mantengan por debajo de los 60 dólares por barril e incluso cerca de los 50 dólares en 2026, en parte por un incremento previsto en los inventarios mundiales de crudo.
La volatilidad también está influida por la posición de los especuladores. Los últimos informes muestran que su exposición neta compradora en futuros de WTI y Brent se ha reducido de manera drástica, alcanzando niveles mínimos en varios años. Este comportamiento refleja un aumento en las perspectivas bajistas y una posible presión adicional sobre los precios.
En conclusión, el mercado petrolero aparenta cierta calma, aunque persiste una tensión latente alimentada por avances diplomáticos frágiles, amenazas de sanciones comerciales y señales cambiantes desde la política monetaria estadounidense. La evolución del conflicto en Ucrania y las decisiones de los principales actores, como Trump y Zelenskiy, marcarán el rumbo del petróleo en las próximas semanas. El escenario demanda una vigilancia constante, ya que los precios podrían volver a moverse con rapidez si alguno de estos factores cambia de manera significativa.”