Southern Copper Corp., una de las mayores cupríferas en términos de reservas minerales, espera disputar el estatus de principal productor a fines de la década, aun en medio de una caída de la producción este año.
La empresa, que está enfocada en Perú, registró una disminución del 4.3% en la producción de cobre el año pasado y espera que el descenso continúe este año, con una proyección de 922,000 toneladas métricas del metal en el 2022.
La caída temporal de la producción se atribuye a un plan de minado que dirigió los esfuerzos mineros a las áreas donde las leyes de mineral y recuperaciones son menores.
Son malas noticias para un mercado mundial del cobre muy ajustado, en el que los productores afectados por el covid y sus cadenas de suministro han tenido dificultades para satisfacer la demanda. Pero Southern Copper espera volver a las vetas más ricas a partir del próximo año antes de aumentar su producción a niveles similares a los de Codelco, el mayor proveedor del mundo.
”Después de este año, creemos que nuestra producción de 2023 volverá a ser de un millón de toneladas de cobre”, escribió la compañía en un comunicado sobre sus resultados publicado a última hora del martes.
“Para fines de esta década, a medida que nuestros proyectos de crecimiento orgánico maduren, esperamos alcanzar la marca de producción de 1.8 millones de toneladas de cobre”, agregó la firma.
Southern está desarrollando proyectos por un valor de US$ 2,800 millones en Perú. Si se incluyen los proyectos de Michiquillay y Los Chancas, la cifra se eleva a US$ 7,900 millones.
Los analistas buscarán más información sobre los proyectos, incluido el controvertido proyecto Tía María, durante una conferencia telefónica con ejecutivos de la compañía a las 11 a.m., hora del este.
Por James Attwood
Fuente: GESTIÓN.