América Latina y el Caribe consolidan su pulso eléctrico en abril con un alza interanual del 5% hasta los 158 TWh. El empuje de la hidroelectricidad y el mayor aporte de la energía eólica elevan la participación de las renovables al 70% del mix, un punto por encima de abril de 2024. La energía solar, en cambio, registra un descenso mensual, pero conserva una participación equivalente a la del petróleo y sus derivados.
El dato de abril refuerza la trayectoria de la región hacia una matriz más limpia y diversificada. Aunque el clima y la hidrología siguen marcando el ritmo de la generación eléctrica, la aportación combinada de hidroeléctrica, gas natural y eólica supera con holgura el 80%, garantizando respaldo y estabilidad al sistema en un entorno de demanda creciente.
158 TWh y 70% renovables: el salto de abril
La región cerró abril de 2025 con 158 TWh generados y un incremento interanual del 5%. El avance en la cuota de renovables hasta el 70% —frente al 69% de abril de 2024— evidencia la recuperación del parque hidroeléctrico y el tirón de la eólica, que compensan la menor contribución mensual de la solar.
Hidroelectricidad y eólica tiran del mix; el gas natural asegura la base
La hidroelectricidad se normaliza tras episodios de sequía en varios mercados y recupera caudal en embalses clave, mientras la energía eólica gana presencia con nueva capacidad y mejores factores de carga. El gas natural, por su parte, sostiene la cobertura de la demanda en picos y periodos de baja hidráulica y radiación, actuando como respaldo en la matriz regional.
Esta combinación permite mantener precios más contenidos, reducir emisiones frente a tecnologías intensivas en carbono y reforzar la seguridad de suministro. La señal para la inversión es clara: la región sigue incorporando megavatios limpios a buen ritmo, mientras optimiza su parque convencional para garantizar flexibilidad.
La solar cede en el mes, pero conserva peso estratégico
La energía solar muestra un descenso puntual en abril —un comportamiento ligado a estacionalidad y meteorología—, pero mantiene una cuota equivalente a la del petróleo y sus derivados. La expansión de nuevos parques y el abaratamiento de módulos y almacenamiento refuerzan su papel estructural a medio plazo, en línea con los objetivos de transición energética de los países de la región.
Con una demanda eléctrica que seguirá creciendo, el desafío pasa por acelerar interconexiones, modernizar redes y profundizar en soluciones de flexibilidad —almacenamiento y gestión de la demanda— para capturar todo el potencial de las renovables sin comprometer la estabilidad del sistema.
El repunte del 5% en la generación eléctrica de abril y el salto al 70% de renovables consolidan a América Latina y el Caribe como referencia en descarbonización eléctrica, con una matriz que combina recursos hidráulicos, expansión eólica y soporte de gas natural, mientras la solar mantiene una posición estratégica en el mix
Fuente: AMERICA ECONOMIA