En la reactivación de las inversiones mineras en Perú, el mercado y el propio Ministerio de Energía y Minas (Minem) esperaban que el proyecto Reposición Antamina (Áncash) sea aprobado e inicie el último trimestre del 2023. Sin embargo, la luz verde a dicha iniciativa de cobre de US$ 2,000 millones no llega hasta el momento. Desde Antamina, ahora apuntan a un nuevo plazo.
Victor Gobitz, presidente de Antamina, confió en que el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) autorice la iniciativa en este primer trimestre del 2024. Dicha entidad está adscrita al Ministerio del Ambiente (Minam).
“Estamos próximos, creemos, a la obtención del permiso”, comentó a Gestión, tras participar en la Semana de la Ingeniería de Minas 2024.
Consultado por los motivos del retraso en la aprobación, el ejecutivo consideró que la extensión de los plazos respondería a la dimensión de la iniciativa minera. En Reposición Antamina, la empresa propone la extensión de la vida útil de la mina, que es la segunda productora de cobre en Perú con 15.8% del volumen total de enero a noviembre del 2023.
De recibir la aprobación ambiental en este primer trimestre, el ejecutivo indicó que la inversión comenzaría este 2024, pues la compañía ya está lista para iniciar las obras y la compra de equipos. Sin embargo, no precisó el monto que ejecutarían este primer año.
Reposición Antamina
La vida útil de Antamina (Áncash) va acercándose a su final (2028). Por esa situación, la empresa del mismo nombre presentó la Modificación del Estudio de Impacto Ambiental (MEIA), a fin de extender la vida de dicha operación hasta el 2036.
El alcance de la MEIA es garantizar la eficiencia y sostenibilidad operativa y ambiental de Antamina, a través de la mejora de sus componentes dentro del área actual de operaciones de la mina, en la zona de Yanacancha, en Huari. Los trabajos propuestos no representan una expansión de capacidad.
La extensión en el tiempo de las operaciones busca mantener los volúmenes de producción anual y sostener las operaciones en el largo plazo. La MEIA supone optimizar la infraestructura existente, entre otros componentes auxiliares, de acuerdo con el avance de los trabajos de extracción que se desarrollen en el tajo minero.
Fuente: GESTIÓN.