Los conflictos sociales, el ciclón Yaku y El Niño costero enmarcaron -y golpearon- el inicio del 2023. En este contexto, ya el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) “sinceró” sus proyecciones y prevé un crecimiento de la economía peruana de solo 1.5% para este año.
Sin embargo, hay analistas y consultoras con proyecciones incluso por debajo de la cifra oficial. Por ejemplo, Thorne & Associates y el Instituto Peruano de Economía (IPE) estiman una expansión de solo 0.8% del Producto Bruto Interno (PBI), y Macroconsult de 1%, con sesgo a la baja.
A este grupo se une Credicorp Capital Asset Management. Jonathan Gutiérrez, Asociado Senior de Buy Side Research de Credicorp Capital, comentó que proyectan un incremento de 1.1% para este año.
Su anterior proyección era de 1.7%. Pero se ajustó a la baja por dos impactos principales: anomalías climáticas (0.7% – 1% del PBI), como El Niño y el ciclón Yaku; y eventos externos (0.3% del PBI), como menor crecimiento de China, endurecimiento de la política monetaria de Estados Unidos y un crecimiento más lento del país norteamericano, detalla Gutiérrez.
Además, este 1.1% estimado para el 2023 tiene sesgo a la baja. “Nuestra proyección de crecimiento de 1.1% tiene sesgo a la baja. Puede ser revisado a la baja cuando vayamos actualizando información de los meses de junio y julio con data oficial”, menciona.
Crecimiento del 2023
La pregunta, entonces, es en qué se sostendrá la proyección de Credicorp Capital si hasta ahora, de acuerdo al MEF, la economía peruana habría registrado un incremento cercano a 0% en el primer semestre.
Gutiérrez detalla que para lo que resta del año, el crecimiento es sustentado, principalmente, por exportaciones mineras y un incremento, aunque moderado, en sectores rezagados como transporte y turismo. Un tema que podría ser un soporte adicional es la inversión pública a través de los programas de “Con Punche Perú”, “que suman más de S/13 mil millones, que es como 2% del PBI”.
Aún así, hay un “pero” para la inversión pública. Una posible menor ejecución histórica, entre 60% y 80% del presupuesto para proyectos.
“En cualquier escenario asumimos un escenario político social estable que mejora gradualmente la confianza empresarial en el 2023 – 2024′′, precisa.
El segundo semestre
Para Eduardo Jiménez, Jefe del Sistema de Información de Macroconsult, y Víctor Fuentes, Gerente de Políticas Públicas del IPE, este año “ya está jugado”.
“Para el segundo semestre, en la medida que la confianza empresarial empieza a recuperarse, lentamente, da espacio para un mayor dinamismo de la inversión privada pero no va a alcanzar para que esta crezca. Además, el consumo privado tiene cierto espacio para mejorar, en la medida que las presiones inflacionarias van cediendo hacia el cierre del año. Y, el soporte viene por las exportaciones y el sector primario, en particular, la minería “está parando la olla”” ,dice Fuentes.
Jiménez, por su lado, menciona: “No va a haber más recuperación o dinamismo de la economía en el segundo semestre, sino un efecto aritmético, una normalización. Donde puede haber algo de rebote es en el 2024′′.
Déficit fiscal
Al cierre del primer semestre del 2023, los ingresos del Gobierno han acumulado una caída real de 12%, la segunda mayor en las dos últimas décadas. Esto ha generado un incremento del déficit fiscal a 2.6% del PBI, por encima de la regla fiscal de 2.4% establecida para el cierre de este año.
Aún así, para Credicorp Capital, el déficit fiscal cerrará el año en 2.4%. “Nuestra proyección es que sí se cumplirá la meta de déficit fiscal este año. Hay presiones por ingresos, por menor crecimiento; y presiones por el lado del gasto, por el soporte adicional a la economía por el impacto de El Niño”, detalló Jonathan Gutiérrez, asociado sénior de Buy Side Research de Credicorp Capital.
Fuente: GESTIÓN.