En enero se inició el proceso de adecuación para la venta de los nuevos tipos de gasolinas y gasoholes: premium y regular. Este cambio tiene como objetivo contar con un abastecimiento energético competitivo y con la mayor eficiencia en la cadena productiva y de uso de la energía.
Actualmente, en el país se comercializan cinco tipos de gasoholes (84, 90, 95, 97 y 98) y cuatro tipos de gasolinas (84, 90, 95, 97); y su clasificación se realiza mediante el sistema de octanaje que, de acuerdo a la normativa, requiere de infraestructura exclusiva hasta para cada tipo de combustible, lo que genera una brecha de cobertura y calidad, además del uso ineficiente en el almacenamiento en perjuicio de los ciudadanos.
La simplificación, o cambio a regular y premium, permitirá optimizar la comercialización de los combustibles a nivel nacional. La gasolina y gasohol regular tendrá un octanaje de 91° y reemplazará a las de 84 y 90 octanajes. En las estaciones de servicio se identificará por una etiqueta de color verde.
Por su parte, la gasolina y gasohol premium contará con un octanaje de 96° y reemplazará a las de 95, 97 y 98. En las estaciones de servicio se encontrará con una etiqueta de color azul.
Para el experto en energía e hidrocarburos, Erick García, esta simplificación ahorrará costos operativos en la cadena logística que se verán reflejados en el precio final y mejorará la capacidad de almacenamiento de gasolina en el país y la calidad de los combustibles. “Con el cambio a regular y premium no solo se lograrán beneficios de cara a los clientes finales sino que se generarán efectos positivos en el ambiente al reducirse la huella de carbono”, sostuvo.
Una vez culminados los períodos de adecuación a la norma, todos los actores de la cadena logística limitarán su oferta de gasoholes a los dos productos, los mismos que estarán identificados con las nuevas denominaciones (G-Regular y G-Premium) y colores asignados.