Un estudio de ISIL y la Universidad Siglo 21 de Argentina revela una creciente demanda de talento en tecnología, mientras persisten desafíos de formación y adaptación académica.
El mercado laboral en Perú enfrenta una creciente demanda de talento en tecnología, mientras las universidades e institutos luchan por adaptarse a los cambios vertiginosos del sector. José Miguel Marchena, gerente de Innovación y Desarrollo de ISIL, explicó en una reciente entrevista que el avance global en tecnología y la transformación digital han expuesto una brecha significativa entre las competencias requeridas por las empresas y la formación académica actual en el país. Así lo revela su el último estudio realizado por ISIL y la Universidad Siglo 21 de Argentina, donde el 60% de las empresas peruanas encuestadas reportan dificultades para cubrir vacantes en tecnología.
Entre las razones, destaca que los postulantes no cumplen con las expectativas de competencias que los empleadores buscan. “Las empresas necesitan talento que combine habilidades técnicas con competencias blandas, pero esto no se encuentra fácilmente. Esto se debe, entre otros factores, a que las currículas universitarias han permanecido estáticas durante años, lo que evidencia una falta de correlación entre la velocidad del cambio y la actualización de la oferta académica”, añadió Marchena.
Según el estudio, el 53% de las empresas planea incrementar sus equipos en áreas tecnológicas durante 2025. Por eso, Marchena aseguró que esto representa una oportunidad concreta para quienes evalúan estudiar carreras relacionadas con tecnología. La demanda laboral estará principalmente concentrada en este rubro.
RETOS PARA LOS NUEVOS PERFILES
A nivel regional, Perú enfrenta desafíos similares a otros países de América Latina, pero con un retraso más significativo en la actualización de sus programas educativos. Esto limita la capacidad de los jóvenes para competir en un mercado globalizado donde las habilidades tecnológicas son fundamentales.
Aunque el déficit de talento afecta a diversos sectores, Marchena destacó que los institutos tecnológicos han mostrado mayor flexibilidad que las universidades para adaptar sus programas a las tendencias actuales. Sin embargo, enfatizó que el marco regulatorio en Perú no facilita la creación de nuevas carreras, al ser un proceso largo y burocrático que puede tomar hasta un año.
“Los perfiles más buscados incluyen desarrolladores de software, especialistas en ciencia de datos y expertos en ciberseguridad y es importante mencionar que el paradigma ha cambiado. Los títulos universitarios han comenzado a ser desplazados por la experiencia práctica de los talentos y la actualización constante a través de las certificaciones profesionales son vistas como una ventaja competitiva para quienes buscan destacar en el mercado laboral”, apunta.
PROYECCIONES
Para 2025, se espera que la demanda de talento en tecnología crezca aún más, especialmente en áreas como programación, análisis de datos e inteligencia artificial. En detalle, el estudio asegura que la demanda de perles tecnológicos está creciendo a un ritmo promedio del 15% anual en Perú.
“El 67% de las empresas han reemplazado tareas laborales por máquinas o dispositivos tecnológicos en el último año. Además, 53% de las compañías ya utiliza inteligencia artificial en sus operaciones, siendo las áreas más impactadas TI, Comercial, Marketing y Servicio al Cliente. Por eso, es fundamental que las instituciones educativas aceleren su ritmo de adaptación, mientras las empresas también se comprometen a colaborar en la formación de sus futuros talentos”, dijo Marchena.
Aunque el 86% de las empresas está en proceso o planea implementar la transformación digital, la resistencia de algunos colaboradores a adaptarse sigue siendo un desafío importante. En ese sentido, algunas empresas ya están tomando un papel activo en la capacitación de sus colaboradores, con el 76% de ellas implementando acciones especificas para cerrar la brecha de habilidades.
“Es fundamental que las instituciones educativas aceleren su ritmo de adaptación, mientras las empresas también colaboran en la formación de sus futuros talentos. Solo así podremos cerrar la brecha y aprovechar las oportunidades de la era digital”, concluyó Marchena.
Fuente: GESTIÓN