De acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía (IEA), el sector distribución de energía eléctrica a nivel global representa alrededor del 75% de toda la inversión en infraestructura digital con el despliegue de soluciones como: medidores inteligentes, automatización de subestaciones, alimentadores, líneas y transformadores a través de sensores y dispositivos de monitoreo.
Estas soluciones tecnológicas son claves para recopilar datos importantes que permitan tomar mejores decisiones en la etapa de distribución, es decir desde las subestaciones los consumidores finales, señaló el Ing. Herbert Molina, product marketing manager de Distribution Solution de ABB en Perú.
“La digitalización de la energía en las redes de media tensión representa la introducción de sistemas automatizados que permiten obtener información en tiempo real de los activos, ellas pueden ser monitoreados desde cualquier lugar o desde un centro de operaciones. Estas alternativas ayudan por ejemplo a reducir las pérdidas de la energía en un 20%, reemplazando soluciones como los transformadores de bobinas por sensores electrónicos”, señaló.
Además, indicó que, con la digitalización, el sector industrial y las utilities podrían reducir su impacto ambiental, ya que las pérdidas de energía en la etapa de distribución generan mayores emisiones de gases de efecto invernadero que dañan la atmósfera. Asimismo, tendría un impacto positivo en la reducción de tarifas eléctricas para el consumidor final, un 25% de ahorro de espacio frente a soluciones convencionales y un 20% de reducción en los costos operacionales.
Digitalización en minería
Las soluciones digitales también inciden positivamente en las redes eléctricas que alimentan el sector minero, sobre todo teniendo en cuenta que el consumo de energía eléctrica en la minería peruana y metalurgia representa el 67% del total, según el Ministerio de Energía y Minas.
“Los costos por paradas representan millones de pérdidas por hora, es por ello que es clave enfocar las soluciones digitales, lo que significa instalar una mayor cantidad de sensores, conectarlos con la mayor parte de los activos y finalmente adquirir su información para tomar acciones preventivas con nuestras plataformas en la nube, ABB Ability, y no esperar situaciones de emergencia que involucre largas horas de corte, adquisición de componentes, contratistas, horas hombre, etc.”, señaló Molina.
Esta inversión cada vez mayor en los sistemas de distribución ayudará a su vez a contribuir con la eficiencia energética de las empresas y reducir su huella de carbono a través de la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera. Cabe señalar que de acuerdo con la IEA, la inversión en redes eléctricas debe promediar alrededor de USD 600 mil millones anuales hasta 2023 para entrar en la trayectoria del Escenario Cero Neto. Esto es casi el doble de los niveles de inversión actuales, en torno a los 300 000 millones de USD al año.