- Expertos avizoran caída de las inversiones en esta industria extractiva para el presente año y riesgos de que puedan contraerse aún más por el impacto del inicio de las elecciones general. ¿Cuál es el panorama minero actual?
Hace más de un año atrás, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) -al frente del entonces ministro Oscar Vera- había asegurado haber trabajado en el destrabe de importantes proyectos mineros, acortando los tiempos de obtención de permisos y autorizaciones, mientras implementaba la Ventanilla Única Digital (VUD) del sector.
Sin embargo -y a pesar de que desde entonces los precios de los minerales como el oro, el cobre, el zinc y la plata han registrado alzas sostenidas-, actualmente, cada vez son menos los nuevos proyectos de construcción de minas en cartera del Minem, en medio de una caída continua de las inversiones en el sector.
De acuerdo con el último boletín de ese sector, en noviembre del 2024, las inversiones mineras alcanzaron los US$424 millones, cifra menor en 17.0% en comparación con los US$511 millones de igual mes del 2023.
Caída en el acumulado
Con ese resultado, de enero a noviembre del año que pasó, el gasto de las empresas del ramo sumó US$4,180 millones, una reducción de 0.4% versus el mismo periodo acumulado del año previo.
Para el 2024, el Minem había previsto que las inversiones llegarían a los US$4,600 millones, es decir que (de confirmarse esa proyección), podrían haber resultado inferiores a los US$4,715 millones del 2023, una caída de 2.43%.
En cuanto a los proyectos mineros en cartera, en el 2024 se había previsto el inicio de obras de siete iniciativas, pero en su mayoría ampliaciones, como son las reposiciones Antamina, Tantahuatay, Huancapeti y Raura, así como la ampliación Chalcobamba Fase I, además de las nuevas minas Corani y Romina.
¿Qué se espera para este año?
Sin embargo, para el 2025, el Minem registra el posible inicio de construcción de sólo dos proyectos: Zafranal (de US$1,263 millones) y Pampa del Pongo (de US$1,781 millones). Esto es US$3,044 millones en conjunto y que se pondrían en marcha aún en el 2028.
Para el 2026, figura apenas un sólo proyecto cuprífero Trapiche, que empezaría a producir en el 2029.
Sobre Trapiche, de compañía de Minas Buenaventura, el presidente de la empresa, Roque Benavides, refirió que su inversión sería de más de US$2,000 millones y para el cual esperan buscar un socio estratégico que financie su expansión y ejecución.
Proyectos en el limbo
Sin embargo, en cartera del Minem figuran también otros 34 proyectos nuevos de construcción de minas por US$35,247 millones, en su mayoría de cobre, que desde hace años permanecen sin fecha definida para el inicio de obras.
Entre estos últimos sin fecha de inicio ni conclusión, se encuentran grandes iniciativas como Yanacocha Sulfuros (US$2,500 millones) o Michiquillay (por el mismo monto), que autoridades del Minem habían ofrecido destrabar e, incluso, figura el proyecto Tía María, cuyas obras se preveían para este año.
¿Qué avizora la SNMPE?
Según proyección de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), que dio a conocer a Gestión su presidente Víctor Góbitz, en el 2025, las inversiones totales del sector minero estarían en torno a los US$4,000 millones (es decir podrían ser menores a las del 2024).
Explicó que el grueso de esas inversiones, unos US$3,000 millones, es un gasto recurrente que realizan las empresas para dar sostenimiento a la producción minera, particularmente de cobre, pero que se requiere acelerarlas.
En esa línea, advirtió que hasta ahora no se ha terminado de implementar la anunciada Ventanilla Única Digital para la Minería (que ofreciera el gobierno desde fines del 2023) y que su puesta en marcha fue “sólo un dicho”.
“(Esa ventanilla) es básicamente un sistema de registro, un tracking para saber en qué oficina está el papel, pero ese no es el tema”, apuntó.
Piden predictibilidad en procedimientos
En tal sentido, remarcó que lo que se requiere es que haya más celeridad, agilidad y predictibilidad sobre los permisos ambientales (que competen al Ministerio del Ambiente – Minam) y operacionales (que competen al Minem), lo cual pasa por dotar de más recursos humanos, más profesionales, a esos ministerios.
Puntualizó que falta que esos sectores establezcan, de manera temprana, los términos de referencia con los cuales van a hacer las evaluaciones de los proyectos mineros para que las empresas puedan dar la información que requieran los funcionarios o levantar sus observaciones de forma oportuna, de modo que se evite largos procesos de observación.
Riesgo preelectoral
Por su parte, Marcial García, experto en minería de EY Perú, coincidió en que la incertidumbre política se puede agudizar en este año preelectoral, lo cual puede ser un desincentivo a las inversiones mineras.
“En el 2025 podríamos tener noticias de dos proyectos medianos, pero fuera de eso, no hay otros en cartera de los que se podría confirmar su desarrollo de construcción. El hecho que este sea un año preelectoral genera un riesgo político que está jugando en contra”, observó.
No obstante, refirió que el Gobierno aún está en capacidad de poder desmontar toda la carga burocrática que genera cuellos de botella para el destrabe de los proyectos mineros, lo que podría contrarrestar el riesgo político.
Fuente: GESTIÓN