En sus resultados financieros del primer semestre, Hochschild rebajó su producción proyectada para todo el año y ha incrementado sus previsiones de costes. Entre las principales causas, la minera alude a retrasos en la aprobación medioambiental de la mina de oro y plata Inmaculada (Ayacucho) y la aceleración de los costos de desarrollo de la mina en el proyecto San José, en Argentina. A inicios del mes pasado, recién recibieron la aprobación regulatoria de la Evaluación de Impacto Ambiental Modificada (MEIA) de Inmaculada, que implica una inversión de US$ 4,436 millones para extender la vida de la mina.
El nuevo director ejecutivo Hochschild Mining, Eduardo Landin, destacó la importancia de la aprobación del MEIA de Inmaculada y el avance dentro del plazo y presupuesto de Mara Rosa (proyecto aurífero a cielo abierto situado en Brasil). “Una vez obtenido el permiso de Inmaculada, hemos reiniciado el programa de exploración brownfield en San José y también en Inmaculada. Por lo tanto, consideramos que estamos en condiciones de lograr un crecimiento sostenible”, destacó.
En detalle, la empresa esperaba producir un promedio de entre 301,000 y 314,000 onzas equivalentes de oro (GEO) para 2023; sin embargo, ha reducido ese rango a entre 289,000 y 303,000. Asimismo, los costes totales de explotación se han revisado y se sitúan entre US$ 1,490 y US$1,580 por GEO.
Rendimiento en el primer semestre
En el balance entre enero y junio, Hochschild registró ingresos por US$ 314 millones y una doble pérdida neta de US$ 1.9 millones. Además, obtuvieron un EBITDA ajustado de US$ 99.5 millones. “Estos resultados suponen una disminución de ingresos en 10% frente al mismo periodo anterior, principalmente como resultado de la menor producción programada, a la demora de la aprobación del MEIA en Inmaculada y a los menores precios de plata, cuyos efectos se vieron parcialmente compensados por los mayores precios del oro”, comentó Eduardo Noriega, CFO de la compañía.
El coste de ventas aumentó un 4%, debido a factores como un cambio temporal en el inventario, una mayor depreciación y una menor producción. “Además, la exploración fue menor, principalmente debido a las medidas de optimización de efectivo que tomamos en relación con el retraso de Inmaculada MEIA. Sin embargo, tampoco tuvimos gastos en Snip′′, dijo Noriega en la presentación de resultados oficial.
La ampliación de Inmaculada y el estado de otro proyectos
En la primera semana de agosto, el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para Inversiones Sostenibles (Senace) brindó la aprobación regulatoria de la Evaluación de Impacto Ambiental Modificada (MEIA) de la operación de oro y plata Inmaculada (Ayacucho). Con ello, la compañía aseguró que su principal mina siga operando hasta el 2041.
En 2022, Inmaculada registró una producción de 237,000 onzas de oro equivalente. Sin embargo, ya se había estimado que se acercaba a su etapa final de operación, por lo que la empresa buscó extender la operación para continuar con el ritmo de producción. Pese a ello, la demora en la aprobación de dicho proyecto impactó en los resultados del primer semestre del 2023, cuando se produjo 92,856 onzas de oro equivalente, lo que significó 15% menos con respecto a las 106,584 onzas del primer semestre del 2022.
Asimismo, en el mismo mes del anuncio, la compañía aseguró que se encuentra a la espera de la primera producción de su proyecto Mara Rosa en Brasil en la primera mitad de 2024, además de avanzar en el nuevo depósito Royropata de su operación en Pallancata (Ayacucho).
Fuente: GESTIÓN.