El director general de Toyota, Koji Sato, ofreció el lunes disculpas a clientes, surtidores y concesionarios por las pruebas defectuosas en una filial, tras una serie de problemas similares en años recientes.
La disculpa se ofrece un día antes de un planeado anuncio por parte del presidente de Toyota Motor Corp, Akio Toyoda, de una “visión global” para la empresa, la principal automotriz de Japón.
Los problemas más recientes involucran pruebas requeridas para obtener aprobación del gobierno japonés en Toyota Industries Corp., que fabrica motores con diésel.
Se hallaron resultados falsos en pruebas de certificación y otras inspecciones de motores, según los cuales los productos cumplían con los estándares fijados de calidad cuando en realidad no los cumplían, según Toyota.
“Haremos todo para reanudar la producción lo más pronto posible”, declaró Sato en conferencia de prensa convocada de manera imprevista en las oficinas de Toyota en Tokio el lunes. “La gerencia no fue capaz de comprender totalmente y llevar registros adecuados de los detalles de lo que estaba pasando en el lugar”.
También se detectaron irregularidades el año pasado en Daihatsu Motor Corp., que fabrica autos pequeños y es 100% propiedad de Toyota. Esas trampas, que salieron a la luz gracias a las denuncias de un empleado, se cometieron durante décadas.
En 2022, Hino Motors, un fabricante de camiones que también es propiedad de Toyota, admitió que había falsificado sistemáticamente las pruebas de emisiones de gases desde 2003.
No se han reportado accidentes de consideración relacionados con las irregularidades, pero las revelaciones han despertado sospechas sobre la supervisión en las compañías.
Toyota ha suspendido la producción de varios modelos hasta que se puedan practicar las pruebas correctas, pero los propietarios de esos modelos pueden seguir conduciéndolos, afirman las empresas.
Cuando se le preguntó sobre las causas de tantos escándalos, Sato dijo que se necesita una mejor comunicación entre las compañías y una mejor educación sobre la importancia de obedecer las normas.
Reconoció además que los empleados se sentían presionados para dar resultados en poco tiempo, en una industria sumamente competitiva. La gerencia de Toyota necesita entender mejor lo que está pasando a medida que la tecnología avanza vertiginosamente, añadió Sato.
Fuente: GESTIÓN