Por: Vidalón Guillermo
Comunicador Social especialista en la Industria Extractiva
Recientemente, la consultora y auditora Ernst & Young -con el apoyo de CESCO- dio a conocer el resultado de su estudio anual que realiza a los principales funcionarios de las empresas mineras sobre la actividad que desarrollan a nivel internacional.
El reporte recoge información sobre la percepción de los expertos en: a) Disponibilidad de capitales, b) Gestión Medioambiental, c) Geopolítica, d) Agotamiento de recursos/reservas, e) Licencia para operar, f) Aumento de costos y productividad, g) Cambio climático, h) Nuevos proyectos, i) Cambios en los modelos de negocios y j) Innovación digital.
El tema social no aparece explícitamente, ello refleja que, en la mayoría de los países donde existen grandes operaciones mineras esta actividad se encuentra más legitimada o es aceptada socialmente, por lo que lo social no es percibido como un riesgo significativo.
Las preocupaciones estarían centradas principalmente en la disponibilidad de recursos económicos para ampliar las actuales operaciones o el desarrollo de nuevos yacimientos. El tema ambiental es evaluado como un riesgo y una oportunidad, ¿cuánto impactará un nuevo proyecto? ¿es posible la remediación o mitigación del impacto? ¿es posible encapsularlo para minimizar el eventual impacto? A favor, la tecnología -cada vez más- ha hecho posible recuperar minerales con el menor impacto posible, e inclusive ha logrado recuperar áreas que en el pasado se constituyeron en depósitos de residuos de la industria. En adición, la minería ha generado riqueza para las poblaciones donde se desarrolla. También, ha fortalecido la manufactura local que abastece a las operaciones extractivas. Aporta mediante el pago de impuestos a los gobiernos subnacionales y nacionales. Y, por supuesto, provee puestos de trabajo y capacita constantemente al personal de país receptor de su inversión, lo que fortalece las competencias del recurso humano.
El Agotamiento de Recursos y el Cambio Climático responden a un hecho de la naturaleza. La impronta humana ha generado contaminación antropogénica, pero no se puede afirmar necesariamente que la presencia de las personas ha ocasionado alteraciones climatológicas. Esta afirmación se puede verificar cuando se registra un fenómeno natural como la erupción de un volcán, las líneas de aviación cancelan sus vuelos o los desvían de su ruta original para evitar que sus naves sean alcanzadas por las emisiones que el cráter en actividad lanza hacia la atmósfera. En cambio, nunca se han registrado noticias referidas a que se hayan suspendido vuelos por una operación minera o un complejo metalúrgico.
Los demás rubros están relacionados a la interacción con el sector público donde se ubica una mina, así como a la administración y la gestión interna de una compañía, que incluye el modelo de extracción, procesamiento, refinación, logística y comercialización de sus productos.
El reporte también analiza las percepciones de expertos para el ámbito chileno y los ítems que ocupan las últimas posiciones son: social y gobierno. En el Perú, los rubros más complejos suelen estar referidos a lo social y al gobierno, lo que dificulta el desarrollo de nuevos proyectos, sean brownfield o greenfield.
¿Qué está pasando?
Falta de liderazgo comunicativo de los líderes políticos. Ellos son los llamados a identificar las oportunidades con que cuenta el país, trazar objetivos nacionales y enrumbar los esfuerzos de la ciudadanía para alcanzarlos en el menor plazo posible. El hecho que la clase política esté muy desprestigiada no es impedimento para el surgimiento de nuevos liderazgos.
Sin embargo, sea cual fuere la orientación de los nuevos o tradicionales líderes políticos, lo cierto es que una industria como la minera, que ofrece un horizonte de veinte años -en el menor de los casos- que representan cinco gobiernos subnacionales y cuatro nacionales, debe ser tratada como política de estado. La minería no puede estar sujeta a las veleidades de uno u otro gobierno, es una actividad que atraviesa varias condiciones antes de ser rentable: a) Concitar el interés de inversionistas nacionales y extranjeros para financiar la etapa de exploración, b) Superar los riesgos sociopolíticos, c) Atraer mayores inversiones para la construcción de una mina, d) Controlar sus costos de producción para obtener un margen razonable frente a los precios internacionales de un producto que es denominado commoditie; es decir, el productor minero no controla el precio final de su producto.
En el Perú, la minería genera más del veinte por ciento de los ingresos fiscales que permiten el financiamiento para la construcción de centros de salud, instituciones educativas de todo nivel, carreteras, represas, canales de irrigación, sistemas de comunicación, entre otros; resulta indispensable que la ciudadanía y sus actores políticos vean a la minería como la oportunidad que realmente representa.