Más de 7 millones de hogares (aproximadamente 28 millones de personas) en el país están usando balones de GLP en sus cocinas y en menor medida, para calefacción e iluminación de sus casas, informó la Sociedad Peruana de Gas Licuado (SPGL) lo que ha permitido reducir el consumo de leña, carbón, kerosene y estiércol, combustibles altamente contaminantes y responsables de graves enfermedades broncopulmonares en la población.
De los 7 millones de hogares que usan ese combustible, 5 millones y medio se encuentran en los niveles socioeconómicos D y E de la población lo que refleja la importancia social de este combustible.
El alto consumo de GLP en el país se da gracias a que la cadena de envasado y distribución a través de distribuidores minoristas es muy extensa a nivel nacional, lo que hace que el GLP llegue prácticamente a todo el país, incluso a zonas de muy difícil acceso.
En el sector empresarial, el GLP ha penetrado a sectores como centros comerciales, industria avícola, hornos industriales, panaderías, calderos, secadoras de ropa, entre otros. Las micro, pequeñas y medianas empresas han visto reducidos sus costos y su impacto ambiental, por la eficiencia y confiabilidad de este combustible. La demanda de cilindros de GLP en el Perú se ha ido incrementando en los últimos años de manera notoria y hoy alcanza los 8 millones de cilindros por mes.
El GLP es un recurso valioso para el país y su población. Garantizar su estabilidad en el mercado, erradicar el contrabando y promover una política equitativa en su uso y comercialización son tareas clave para el futuro energético y el bienestar de la población peruana.