El impacto internacional por la guerra en Ucrania y los bloqueos por las protestas a nivel nacional, continúa afectando a los precios del GLP y la gasolina de 90 a 95 octanos, cuyos valores llegaron hasta los S/27 por galón en el 2022.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) amplió los recursos de Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (FEPC) hasta marzo de este año, sin embargo aún enfrentan deudas con las refinerías y los mayoristas. Ello pone en riesgo nuevas alzas en el precio de los combustibles.
Ante estas situación, ¿qué otras alternativas tenemos los peruanos para repeler el alto precio de los combustibles?
Para muchos, la alternativa para dar con la solución al alza de estos combustibles se encuentra en el uso del gas natural. ¿Por qué, pese a que el Perú cuenta con uno de los más grandes yacimientos de gas como ocurre en Camisea, actualmente no tiene una cobertura a nivel nacional?
Erick García, exdirector de la Dirección General de Hidrocarburos (DGH) del Minem, explicó a Gestion.pe los puntos a considerar para entender los motivos que detienen la masificación del gas y los limitantes para su conversión en vehículos.
“Lamentablemente en el Perú no ha habido un diseño para la masificación. El diseño inicial fue en Lima y Callao donde la gran industria, a través de subsidios cruzados, iba a apalancar a los menores usuarios. Se quiso replicar eso a nivel nacional, no hubo tanta suerte”, indicó.
Debido a la falta del recurso, se envía gas natural licuefactado tanto al norte como al sur en camiones cisterna para su reparto a los gasocentros y hogares, pero solo en algunas regiones costeras.
Más fuentes de gas natural
De acuerdo al especialista, dado que la mayoría de las industrias se encuentran en la capital o en Ica, se imposibilita la diversificación de concesionarias en distintas partes del territorio nacional.
Según el exdirector general de Hidrocarburos, hay una necesidad de contar con una fuente más de gas natural y un esquema único de tarifa nivelada para incentivar la demanda.
”En el caso de las (zonas) altoandinas, el modelo inicial no funcionó y se cambió. En líneas generales no se cierra la ecuación”, señaló.
De acuerdo al ex ministro de Minem, Carlos Herrera Descalzi, en el Perú, la única ciudad con suministro pleno es Lima, donde “el 50% de la población, si quiere, puede tener acceso al gas natural en vehículos o en el hogar, caso contrario a las otras grandes ciudades del país”.
Un problema detectado por el especialista fue la suspensión del proyecto del gaseoducto para las regiones del sur, que ahora se intenta retomar con la propuesta del Sistema Integrado de Transporte del Gas – Zona Sur del Perú, sin obtener luz verde.
Conversión de GLP a GNV pendiente
Según el Ministerio de Energía y Minas (Minem) cuenta con un presupuesto de S/ 200 millones para convertir más de 100,000 vehículos de GLP a gas natural que se aprobó en diciembre del 2021. No obstante, “estamos enero 2023 y todavía no se implementa”.
Según Erick García, estas son algunas de las limitantes para la masificación del gas natural, que se han convertido en una constante debido a la mala aplicación de la normativa y la poca disposición por parte del Estado para dar con la solución.
“Lo primero que debe hacer el Estado es establecer un plan. Uno donde se diga cuánto se planea reducir en la importación de combustibles para reemplazarlo con gas natural. Sin un plan, no se hace nada”, mencionó.
Y es que, el Minem tiene actualmente disposiciones como el Decreto Supremo 01-2022 en el que se establece el mecanismo para la masificación, no obstante, “se ha cumplido un año y no se implementa porque nadie quiere firmar”.
En cuanto a la construcción de centros distribuidores de gas natural, mencionó que el Estado debe determinar el número de barriles de gasolina que se importan y se busca reemplazar con gas. “Eso te saldrá un número en unidades a convertir a un parque automotor menor, y te va a salir un número de parque mayor para reemplazar la importación”, mencionó.
¿Qué soluciones hay?
Para hallar con la solución, el especialista detalla que es necesaria una inversión -como mínimo- de US$ 100 millones por parte del Estado a los programas que actualmente se vienen desarrollando.
Como se recuerda, Camisea ha aportado para 3 años un fondo de US$ 40 millones para distribuir US$ 15,000 a camiones de carga para el reemplazo de sus tanques de diésel a gas natural.
“Si nosotros queremos bajar importaciones al 40% y después al 90%, estaríamos hablando que Camisea tendrá que duplicar su aporte. Si lo hacen por 6 años más y como Estado aportamos unos US$ 100 millones, eso permitiría reducir considerablemente las importaciones”, señaló.
En tanto, el especialista refirió que en la última ley de la masificación de gas natural propuesto por el Congreso, se “ha hecho un pan con mango”, dado que la ley indica que primero deberá haber un concurso y luego encargos. Algo que contraviene el desarrollo de la operación en las regiones altoandinas.
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“Lo que se debe hacer es primero un concurso con aporte FISE o del Estado y luego encargo. Porque todas las demás (concesionarias) requieren apoyo del Estado para cerrar su ecuasión al interior del país”, explicó.
Para el especialista, es necesario también que el Estado realice una concursable para cada región, con tarifas y número de usuarios a los que se debe llegar. “Las empresas privadas dicen cuanto necesitan, y la que pida menos, se le da la concesión. Eso permitiría masificar el gas más rápidamente”
No obstante, el temor existente para la entrega de estas concesionarias se da por la volatilidad que podrían tener los precios. Sin embargo, García recordó que “el gas natural es un servicio público y es regulado por el Osinergmin. No es que una empresa podrá cobrar lo que le da la gana”.
Finalmente, recordó que es algo muy “insulso” que el Perú tenga que un yacimiento para al menos 20 años de gas natural y no se aproveche de manera eficiente para el uso de los hogares peruanos.
Por otro lado, Herrera Descalzi, mencionó que si el Estado quisiera transformar todo el parque nacional de vehículos a gas natural, en un 50% o 60%, “tendríamos un logro que nos obligaría llevar el gas a todos los rincones del país y ya es un poco tarde para eso”.
“En los años que han transcurrido desde el descubrimiento de Camisea, no se han vuelto encontrar nuevos yacimientos (…) No se han obtenido los resultados que se esperaban, existían físicamente las reservas, pero ya no era económicamente explotable”, mencionó.
Otras alternativas energéticas
Carlos Herrera Descalzi ve en la energía eléctrica una solución para repeler el alza de los combustibles y una alternativa para la falta de distribución del gas natural al interior del país.
De acuerdo al especialista, el Perú cuenta con un gran potencial hidroeléctrico, sumado al eólico y solar, para proveer de energía en un 100% al Perú, impactando drásticamente en el precio de los combustibles fósiles y compitiendo económicamente con el gas natural.
“En este momento actual, la capacidad instalada son 12,000 mega watts, y la máxima demanda son 7,500, tenemos una reserva considerable instalada. Son proyectos que existen. A eso se le suma una considerable cantidad de recursos que podrían ser desarrollados”, mencionó.
El acceso a la red eléctrica se encuentra disponible en todo el territorio peruano, por lo que “hoy en día resulta más fácil para un país como el Perú convertir el transporte a eléctrico, que a gas vehicular”.
De acuerdo al especialista, actualmente los kits de conversión a motores eléctricos se pueden efectuar con manufactura nacional y con partes importadas, que suponen un ahorro para el usuario. Sumado a ello, también el ahorro de hasta tres veces más que por un combustible fósil, que en comparación al gas natural, ahorra la mitad.
Fuente: GESTIÓN.