Poner en producción un nuevo descubrimiento de gas o petróleo en el Perú puede tomar de 10 a 15 años desde el inicio de la fase exploración (Caso Camisea, lote 64 entre otros), lo cual es absolutamente crítico en plena transición energética. Así señaló el Ing. Federico Seminario,
“¿Quién va a venir a invertir para monetizar la inversión en un plazo tan largo? De acá a catorce años ya estaremos viviendo otra etapa en la transición energética”, comentó.
Son los aspectos logísticos y socio ambientales los que toman el tiempo hasta la puesta en marcha de un yacimiento, y que están reduciendo nuestra capacidad productiva petrolera. Esto, a pesar de que es posible poner en operación varios de los campos ya conocidos y “buscar en horizontes más profundos, en zonas que aún no han sido exploradas”.
El especialista afirmó que hoy el Perú no es un país petrolero, porque no se ha realizado la exploración necesaria; no se perforan la cantidad de pozos exploratorios y pozos de desarrollo que se deberían hacer para aumentar la producción. “Mientras en Colombia se perforaban de 70 a 100 pozos exploratorios por año, en Perú se perforaban 2 o 3” y hoy ninguno.
Explicó que, podríamos ser mucho más competitivos si se explorara en el mar, en la zona de Sechura, en la zona de Salaverry y en Talara “por supuesto”. Asimismo, en Madre de Dios y en Camisea, donde actualmente hay 5 yacimientos en producción. Sin embargo, “no se ha continuado la exploración y las reservas están en franco declive”.
Actualmente, el país produce 42,000 barriles por día (bpd) de petróleo, cuando su potencial está para sumar por tres este volumen. Por el contrario, nos vemos obligados a importar más de 200,000 bpd.
La valla alta
Un total de 16 yacimientos de petróleo ubicados en los lotes 192, 8, 67 y 39 están detenidos sin producción porque no se firman los nuevos contratos, debido a los altos límites que se requieren para la calificación de empresas operadores.
“Los límites y condiciones requeridas para explotar estos campos están hechos como para que venga una compañía gigante, que no va a venir bajo este escenario. Mucha de la infraestructura está destrozada, los campamentos están es muy mal estado y se hace necesaria una inversión muy grande para recuperar los caminos e implementar la logística”, señaló el Ing. Seminario.
A fines de 1800, el Perú tuvo en Talara uno de los primeros pozos de producción de petróleo en el mundo. El ejecutivo señaló que ahora, con los 42,000 bpd barriles por día de petróleo que producimos, estamos a la zaga en relación con los 500,000 bpd que produce Ecuador; los casi 1 millón de bpd equivalentes de Colombia; los 600,000 bpd que produce Argentina; el millón de bpd de Venezuela y los 3 millones de bpd que produce Brasil.
Desde el lado de la demanda, la tendencia es inversa. El 53% de la energía eléctrica que consume el Perú, proviene de las termoeléctricas que utilizan el gas. “El Perú vive del gas. Muchas fábricas industriales utilizan el gas de Camisea y hay una gran penetración en Lima, Ica, cuya demanda va a crecer”, dijo el especialista.
Gas para 20 años…
Según el informe de 2021 del MIMEM, Perú cuenta con 8 TCF de reservas probadas y 10 TCF probables de gas en Camisea. Con un consumo anual de 450 millones de pies cúbicos y con una proyección de demanda muy conservadora, se agotarían las reservas probadas y parte de las probables en 20 años. Además, en una década más, se consumirían otros 4 TCF, incluyendo las reservas posibles y los recursos contingentes. Esta situación enfatiza la necesidad urgente de tener políticas de estado para la exploración de gas y diversificación de energías renovables para garantizar un suministro eléctrico sostenible en Perú. El futuro y la seguridad energética del país está en juego, afirmó.