Camiones y perforadoras autónomas, predicción de errores en procesos y réplicas virtuales de máquinas enteras. Esto es posible ahora en la minería como consecuencia del uso de tecnología avanzada, tendencia mejor conocida como ‘smart mining’.
¿Su aplicación avanza en el Perú? Gestión conversó con las mineras Minsur, Southern Copper Corporation, Las Bambas, Anglo American y Antapaccay para saberlo.
Tecnologías destacadas
El smart mining en las mineras consultadas por este diario abarcan todo tipo de frentes. Cada empresa se encuentra en distintas etapas de sus planes de digitalización.
Anglo American diseñó Quellaveco para ser totalmente digital y de hecho, “es la primera mina 100% digital del Perú”. “Fue una fuerte apuesta por la digitalización de todos nuestros procesos para crear una mina predictiva, en la que el análisis de grandes volúmenes de datos obtenidos en tiempo real nos permite evaluar escenarios para ser más seguros y eficientes”, explica Carlos Ojeda, gerente de proyectos de la minera.
Como parte de su estrategia, Quellaveco tiene un Centro Integrado de Operaciones (CIO), considerado el “cerebro” de la mina porque recopila toda la información de la operación. “Al procesar la enorme cantidad de datos que llega desde los sensores instalados en toda la cadena productiva, somos capaces de aplicar inteligencia predictiva para anticipar eventos, incluso hasta seis horas antes”, sostiene Ojeda.
También cuenta con Voxel, una plataforma digital que recopila datos de sus procesos de perforación y flota de camiones autónomos (a control remoto); y tiene un Control Avanzado de Procesos (APC, por sus siglas en inglés), donde elaboran estadísticas y emplean inteligencia artificial para la toma de decisiones en la mina. Ello incluye el uso de gemelos digitales (réplicas digitales).
“Se genera un gemelo digital de algo físico para poder estudiarlo. Por ejemplo, si trabajo con muebles, puedo digitalizar una silla y ahí hacer las pruebas. Es importante porque permite probar hipótesis del mundo real”, explica Jordan Butler, director de CleanLight, proveedor tecnológico para mineras, sobre esta técnica.
Southern, por su parte, destaca por su conectividad: su mina Toquepala cuenta con tecnología 5G. “Ya está operando. Actualmente estamos en el proceso de trasladar todo el sistema de gestión de flota pesada de mina a esta red, tanto a nivel de data como de voz”, comenta Rogelio Martínez, director de operaciones de la unidad minera de Southern.
En Perú, ambas empresas colaboran con Anglo American.en distintas áreas. Por ejemplo, tienen un sistema inteligente de control de emisiones en su fundición en Ilo capaz de generar cambios en los algoritmos de control, según Martínez. Al igual que Anglo American, usan gemelos digitales en todos los molinos primarios de la planta concentradora de Cuajone.
La predictibilidad es clave incluso por motivos comerciales, de acuerdo con Butler de Cleanlight. “Es importante porque sirve para identificar mermas, pero también para el cobro a contratistas. Las mineras pagan por metro cúbico de concentrado movilizado, necesitan un registro certero”, afirma.
Las Bambas y Antapaccay también utilizan gemelos digitales. Aunque no es lo único que hacen. Las Bambas usa realidad aumentada en sus camiones mineros para identificar puntos ciegos y cuenta con telemetría a través de su red LTE para mejorar su gestión ambiental.
Antapaccay aplica la perforación autónoma que, aseguran, les permite incrementar el uso de sus equipos hasta en un 70%. También cuentan con “SmartRView”, sistema que recopila datos para establecer planes de mantenimiento de vías. Con ello han logrado ahorrar tiempo en el recorrido de sus camiones, consumiendo menos combustible y uso de neumáticos.
Minsur, por su lado, destaca por tener más de 30 iniciativas de inteligencia artificial. En San Rafael usan modelos predictivos para prevenir paradas de molino. “En Pucamarca ya logramos optimizar la recuperación de oro con un algoritmo que optimiza el riesgo de las celdas de lixiviación diariamente. Además, contamos con un modelo para predecir el porcentaje de material fino que sale de la mina”, dice Piero Saravia, gerente de transformación digital de la minera.
“Catalizador pandémico”
La pandemia del coronavirus fue crucial para acelerar la digitalización de la minería nacional. “Impulsó la adopción de soluciones digitales para el trabajo remoto, la automatización, el monitoreo y análisis de datos”, sostiene Nicolás Costa, director comercial regional de Soaint, proveedor de varios de esos servicios.
Prueba de ello fue la instalación de equipos especiales para smart mining. Las Bambas, por ejemplo, había creado en 2019 su departamento de transformación digital. Con la pandemia, lo fortalecieron. Minsur implementó un área similar en 2020 a pocos meses de declarada la emergencia sanitaria.
La pandemia también fue clave para que las empresas mineras avancen en la cultura digital de su personal, creando diferentes programas de capacitación.
Por ejemplo, Minsur tiene “Data Citizen”, un programa sobre análisis de datos. También cuentan con uno de innovación digital. “Hoy ese programa cuenta con más de 20 iniciativas que abarcan diversas tecnologías como blockchain, realidad virtual y machine learning”, explica Saravia.
Otras mineras, como Las Bambas, cuentan con un equipo de “gestión del cambio”. Este grupo se encarga de hacer seguimiento al aprendizaje de estas tecnologías.
¿Cuáles son los planes de las minas?
Las inversiones en tecnología de las mineras consultadas continuarán en los próximos años.
Quellaveco buscará consolidar su modelo de minería digital, luego de su primer año de operaciones completo en 2022. “AngloAmerican se ha puesto como meta que todas sus operaciones mundiales, incluyendo Quellaveco, sean carbono neutral para 2040′′, dice Ojeda. Para ello esperan que Engie termine la Central Eólica de Punta Lomitas.
En Southern implementarán camiones autónomos y el IPERC digital (Identificación de Peligros y Evaluación de Riesgos y Controles) en volquetes, perforadoras y talleres de mantenimiento próximamente. “Venimos trabajando también en implementar en un corto plazo el CIO que concentrará en un solo punto a nuestras dos minas y la fundición y la refinería de Ilo”, revela Martínez.
Antapaccay contó a Gestión que hacia finales del 2023 tendrán sus cinco equipos de perforación automatizados. Actualmente, dos ya funcionan así. En los próximos dos años, además, quieren implementar simulaciones 3D industriales en su operación.
Las Bambas también aseguró a este diario que planean inaugurar un centro de operaciones digital para operar la mina desde Lima antes de fin de año. Esto implica consolidar los 14 centros de control de la minera en un solo lugar. Saravia, de Minsur, señaló que evalúan usar gemelos digitales y vehículos autónomos a futuro.
Asesores que ayudan a innovar
La transformación digital minera no es posible sin proveedores tecnológicos. Hay grandes como Soaint, de origen español, que ofrece un portafolio de servicios para smart mining desde hace más de 10 años, pero también hay startups que ofrecen productos específicos.
Ese es el caso de Cleanlight, empresa chilena que fabrica torres de iluminación con paneles solares. Con la energía, brindan señal a vehículos automatizados y recopilan datos del concentrado de mineral.
En Perú, ambas empresas colaboran con AngloAmerican. Sus voceros son conscientes de que aún queda bastante por innovar en minería.
Para Costa, de Soaint, la cultura digital sigue siendo el reto más grande para la digitalización. “La falta de personal especializado en tecnologías digitales también puede ser un obstáculo para la implementación de la digitalización en la industria minera”, agrega.
Sin embargo, para Butler, de Cleanlight, las mineras de la región seguirán invirtiendo en tecnología porque es clave para posicionarse en el mundo. “En Latinoamérica el gran problema es que somos poco eficaces al extraer mineral. Nuestro gasto por libra de concentrado de cobre que llega a fundiciones, por ejemplo, es alto comparado con países como Australia. La tecnología nos puede ayudar a competir en eficacia productiva”, afirma.
Fuente: GESTIÓN.