Crece la preocupación en la región Moquegua tras la alerta naranja emitida por el Gobierno Regional, situación generada por el aumento de la actividad sísmica interna del volcán Ubinas.
Como se recuerda, en la última semana el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico del Perú (INGEMMET) y el Instituto Geofísico del Perú (IGP) recomendaron elevar el nivel de alerta de amarillo a naranja en la zona. De acuerdo a un reporte del INGEMMET, la actividad volcánica presentó un ligero incremento con emisiones de ceniza que alcanzaron un kilómetro de altura, así como emisiones de vapor de agua con dirección predominante hacia el noroeste.
Por su parte, el vulcanólogo del IGP, José del Carpio, sostuvo que desde el pasado 26 de junio se han presentado anomalías térmicas sobre el cráter del volcán, lo que generaría emisiones leves y esporádicas de cenizas volcánicas, o que se registren columnas eruptivas por encima de los 2 kilómetros de altura y con un radio mayor de afectación.
”El inicio de las explosiones traería consigo la emisión de mayor cantidad de cenizas volcánicas. Debemos tener en cuenta que la población del valle de Ubinas está muy próxima al volcán, por lo que el desarrollo de explosiones, como las registradas entre los años 2006-2009, 2013-2017 y 2019, podría impactar en la salud de las personas y afectar sus medios de vida”, señaló.
Al respecto, las autoridades del distrito de Ubinas han manifestado su temor y preocupación por los eventuales sucesos que podrían desarrollarse. En tal sentido, hicieron un llamado al Gobierno Regional de Moquegua y a las autoridades nacionales a activar las acciones de emergencia a fin de salvaguardar la vida de los pobladores de las comunidades cercanas.
Esta no es la primera vez que Moquegua registra una situación similar. En el 2019, una erupción en el mismo volcán Ubinas generó más de diez mil damnificados al sur del país, al mismo tiempo que sus cenizas alcanzaron localidades de la frontera con Bolivia.