Ante la mejora del precio del oro a alrededor de US$ 2,000 por onza, los productores en Perú han buscado aprovechar la tendencia y en octubre último el volumen nacional creció 10%, acumulando un avance de 1.3% que revirtió la caída vista hasta agosto (-1.5%). En ese repunte, la minería artesanal y de pequeña escala (MAPE) ya participa con el 32% de la producción, y procesadores como la canadiense Dynacor Group ven proyectos, pero con el reto de la compra del mineral a dicho segmento, que en los últimos días estuvo en el centro del cuestionamiento tras el atentado en Minera Poderosa (La Libertad).
Jean Martineau, presidente y director ejecutivo de Dynacor Group Inc., señaló que la filial peruana Veta Dorada cerrará el 2023 con una producción de hasta 127,000 onzas equivalentes de oro y ventas por entre US$ 245 millones y US$ 250 millones. Así, los resultados superarían al año previo (110,000 onzas y US$ 197 millones, respectivamente).
“El 2023 es el primer año que trabajamos todos los días a 500 toneladas por día de procesamiento, tras la ampliación en noviembre (del 2022). La ley de mineral que compramos ha sido un poco más alta y el precio del oro un poco mayor”, comentó a Gestión, sobre los motivos de la mejora de resultados.
Para el 2024, proyectó un crecimiento de producción de 2% a 4% por eficiencias y un aumento en la recuperación de mineral en la planta de Chala (Arequipa) tras la implementación de equipos con una inversión de US$ 4 millones el 2023. Si bien la firma no prevé mayores gastos y aumento de capacidad el próximo año en Perú, sí hay planes para periodos posteriores.
Y es que, en un horizonte a cinco años, Dynacor Group apunta a cuadruplicar sus ventas a US$ 1,000 millones, con foco en nuevas operaciones en África (Senegal, Costa de Marfil y Ghana), pero también con un incremento de producción en Perú.
“Queremos aumentar los volúmenes en Perú, quizás un 60% o 70%. Hay ese potencial”, afirmó, tras mencionar que esta meta se lograría con una nueva ampliación en Chala o la construcción de una segunda planta en una nueva zona para reducir los costos de transporte.
En Perú, estimó que hay espacio para 25 o 30 plantas más de 300 toneladas diarias de capacidad a más si se cierran las instalaciones que procesan oro de manera ilegal.
El reto de la compra de oro
En Perú, Veta Dorada procesa mineral aurífero que adquiere a más de 600 grupos formales y en proceso de formalización pertenecientes a la MAPE. Para ello, tiene un protocolo de más de 25 puntos o requisitos, 70 compradores, 115 personas que verifican el origen legal de la materia prima y reforzará su equipo de geólogos para asesores a esos proveedores.
Si bien la responsabilidad del reciente atentado en Minera Poderosa ha sido atribuida presuntamente a grupos que fomentan la minería ilegal, el vicepresidente de Operaciones de Dynacor, Jorge Luis Cárdenas, consideró conveniente diferenciar a estos de los mineros informales, que no cuentan con permisos, pero están en proceso de lograrlo.
Y es que, precisamente por dicho suceso delictivo que acabó con la vida de nueve trabajadores, el avance del proceso de formalización viene siendo cuestionado.
Al respecto, refirió que 11,000 mineros informales ya se formalizaron y 17,000 están en camino de hacerlo, en un universo de 80,000 que deberían seguir el proceso. En ese sentido, opinó que la formalización emprendida por el Estado “no es un fracaso”, aunque reconoció que se deberían hacer ajustes para ir más rápido o poner la mira en aquellos que han sido suspendidos en los trámites.
De igual manera, admitió que entre los mineros artesanales e informales podría haber situaciones ilícitas, pero que las mismas no son exclusivas de ese segmento ni de la minería en general, sino que ocurren en diferentes industrias en Perú y el mundo.
En acercamientos para traspasar Tumipampa
Sobre la situación del proyecto de oro y cobre Tumipampa (Apurímac), Martineau reveló que tienen acercamientos para traspasar dicha iniciativa a empresas exploradoras. En tanto, Dynacor Group solo se quedaría con un porcentaje en esa propiedad.
Y es que, si bien la compañía arribó a Perú enfocada en la exploración, precisó que la firma ya no se enfoca en esa actividad y que el procesamiento de oro se convirtió en el “corazón” del negocio ante el aumento del precio del oro y de la oferta de los mineros artesanales.
Más allá del interés de empresas exploradoras, admitió que estas tareas cada vez son más complejas y que la inversión en ese activad viene reduciéndose ante la demora en los trámites y la dificultad en las relaciones con las comunidades.
Fuente: GESTIÓN.