Los bonos de la estatal Petroperú se han visto envueltos en una lucha de poder entre la empresa y el Gobierno que ha retrasado una crucial auditoría de sus estados financieros del 2021.
Este impasse llevó a la renuncia de su gerente general, provocando un desplome de los títulos que elevó sus pérdidas del año a cerca de 20%, con lo que convierten en uno de los bonos corporativos con peor desempeño en la región en el 2022.
La disputa sobre la auditoría llevó a PwC (antes PricewaterhouseCoopers) a negarse a firmar el informe, lo que implica que no se cumplirá el plazo del 31 de mayo para publicar el estado anual y podría desencadenar un default.
Fitch Ratings y S&P Global Ratings rebajaron la calificación de la deuda de la empresa como respuesta. Petroperú dice que está en conversaciones con los bancos internacionales para que los tenedores de bonos retrasen el plazo.
Fuente: GESTIÓN.