El Banco Central de Reserva (BCR) subió en 25 puntos básicos su tasa en enero ante el nivel de inflación de diciembre. Posterior a ello, sin embargo, el dato de precios subió nuevamente en el primer mes del año. ¿Qué pasará con la tasa de referencia el jueves?
Cabe indicar que la tasa de política monetaria, tras 18 aumentos desde agosto del 2021, se ubica en 7.75%. La inflación por su parte, como dato a doce meses, fue de 8.66% en enero (el pico fue de 8.81% en junio del 2022).
Según la previsión del consenso de Bloomberg, la tasa del BCR se ubicaría en 8.00%; es decir, se daría un nuevo aumento de 25 puntos básicos. La proyección incluye la estimación de once firmas, de las cuales diez esperan un aumento en esa magnitud, y una que se mantenga en 7.75%.
Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital, coincidió con el consenso y espera un movimiento en un cuarto de punto porcentual.
“El aumento de la tasa representaría un nuevo máximo histórico desde que el BCR tiene el esquema de inflación objetivo. No descartamos que pueda subir nuevamente en la reunión de marzo otros 25 básicos”, anotó.
Explicó que el nuevo aumento obedecería principalmente al salto visto en las expectativas de inflación en enero. Según información del BCR, las expectativas a 12 meses se elevaron de 4.30% en diciembre a 4.62% en enero.
“En suma, el sol peruano ha tenido un peor comportamiento relativo en la región en lo que va del año, lo que se traduce en que las presiones inflacionarias por el lado cambiario serían mayores de lo que se pensaba originalmente”, indicó.
El economista jefe del BBVA Research, Hugo Perea, Alfredo Thorne, director de Thorne y Associates y Mario Guerrero, subgerente de Economía del Departamento de Estudios Económicos del Scotiabank, también esperan un aumento en esa magnitud en la reunión de política monetaria del 9 de febrero.
Perea mencionó que, si bien la inflación a doce meses en enero subió, su dato mensual fue bajo (0.23%) y se podría esperar un dato acotado también en febrero. Por otro lado, las expectativas se siguieron deteriorando, y este factor sería determinante para la decisión sobre tasas.
“La inflación en febrero, con un entorno de menor convulsión social como se ha visto en los primeros días del mes y el reajuste a la baja en tarifas eléctricas, podría tener un dato bajo y reducirse como cifra anual, pero eso aún no lo puede dar por sentado el BCR. Por ahora, con el mayor dato (de inflación) a doce meses y con las expectativas más aceleradas, sería más previsible estar un escenario de aumento (de tasas)”, anotó.
Mario Guerrero, por su parte, aseguró que la decisión de subir la tasa en 25 puntos básicos estaría influenciada por la previsión de una inflación en febrero más alta que en enero.
“Dada la naturaleza preventiva del BCR, es posible que deje la puerta abierta en su comunicado. Pensamos que la inflación en febrero sería mayor y alcance incluso el 8.8%, teniendo en una base comparativa baja. Además, hay temas estacionales, impactos rezagados como las sequías (fenómeno de La Niña) y el impacto por la escasez de fertilizantes, que se reflejará en los precios de ciertas cosechas como hortalizas, legumbres y tubérculos. Todo esto con un clima de protestas que se mantiene aún”, señaló.
¿Y la economía?
Velandia hizo énfasis en que la labor del BCR es controlar la inflación a pesar de tener un impacto negativo en la economía.
“Los banqueros centrales deben controlar la inflación a pesar de que implique un proceso de desaceleración económica más marcada de lo esperado. Es mucho más costoso dejar la inflación elevada por mucho tiempo que desacelerar la economía. Ellos (los bancos centrales) deben estar dispuestos a ir a donde deban para controlar la inflación y sus expectativas”, indicó.
Perea y Thorne coincidieron con lo anterior, y señalaron que nuevos aumentos sí podrían representar desaceleración económica.
“El BCR tiene un mandato único de estabilidad de precios, y no puede entrar en contradicción con este objetivo. Pero sí, al subir tasas, podría generarse alguna desaceleración en actividad económica. No hay remedio fácil para hacer que la inflación regrese a niveles estables. El canal principal son las tasas corporativas de corto plazo (90 días), que podría hacer pensar en un menor dinamismo de la actividad empresarial”, apuntó Perea.
Por su parte, Guerrero señaló este factor (el impacto de tasas en la economía), teniendo en cuenta que el marco de paralizaciones y bloqueos (menor producción) ha influido en la corrección de sus proyecciones de crecimiento a la baja (de 2.3% a 2.1%).
“De hecho el BCR hizo una corrección en su proyección de crecimiento para el 2023 en su anterior reporte de inflación (de 3% a 2.9%), quizá teniendo en cuenta el impacto de las tasas más altas”, anotó.
Fuente: GESTIÓN.