Indicadores clave de la economía y las proyecciones hacia fin de año configuran un escenario débil para Perú. Ello también se refleja en la percepción de la población, que está pesimista hoy.
Según un sondeo de Datum, realizado entre el 6 y 9 de mayo, tres de cada cuatro peruanos (el 76%) percibe que la situación económica actual afecta negativamente su calidad de vida.
Esta percepción tiene como marco la contracción de la economía en enero (-1.1%) y febrero (-0.6%), y un previsto estancamiento o caída en el primer trimestre, debido a los conflictos sociales y el impacto de las lluvias en el norte y centro del país, segun datos de INEI. Aunque, según el BCR, se espera que en abril las cifras mejoren.
Así, de acuerdo con el mismo sondeo, la principal prioridad que debe tener el gobierno (36% de los peruanos opinan ello) es la reactivación económica.
El contexto expuesto se desarrolla en medio de una crisis política (aunque más moderada) constante, y que impacta en la economía. Reflejo de ello es una menor confianza empresarial (negativa desde el 2021) y el pesimismo de los consumidores, pues, según la encuestadora, el 75% de la población califica de mala o pésima la gestión económica del Gobierno.
De manera desagregada, los resultados del estudio señalan que hay una mayor percepción negativa sobre el impacto de la economía en la zona sur del país, con un 84% de la población que indica ello, mientras que en el norte es el 74%. La zona oriente, por su parte, es la menos negativa (64%).
Según analistas, siguiendo una dinámica desestacionalizada, regiones como Puno o Madre de Dios (focos de protestas) habrían caído en recesión en el primer trimestre, mientras que Piura y La Libertad (afectados por El Niño Costero) habrían visto cifras negativas en su producto.
“En la zona sur, en donde tiende a haber más conflictos (sociales), golpea la crisis política y se siente el impacto en la inversión y en sectores como turismo. Las inversiones que están ahí, con toda la inestabilidad, se han parado más. La caída (en la inversión) que se está viendo (de al menos 10% entre enero y febrero, según IPE) probablemente sea más profunda en el sur, y eso termina por afectar al empleo e ingreso de las personas ahí”, dijo el exviceministro de Economía, Carlos Casas.
El principal problema es la inflación
Según el economista Iván Alonso, la percepción negativa de la población también se explica por el escenario inflacionario, pues es sensible a la pérdida de su poder de compra.
Al respecto, Datum señaló que el principal problema identificado por los peruanos es el aumento de precios. El 35% de estos lo ubicaron en el primer lugar, luego del desempleo (22%) y los bajos salarios (16%).
Influida también por los choques climatológicos y sociales, la inflación se ha mantenido elevada y no se redujo en los primeros meses, contrario a lo que esperaba inicialmente. Recién descendió a menos de 8% en abril en de Lima Metropolitana, aunque a nivel nacional aún no.
“La inflación produce un malestar generalizado, y si no es el 100% el que la reporta como un problema, es porque algunos pueden sobrellevar el aumento de precios mejor que otros que estarían revisando constantemente su presupuesto o dejando de comprar ciertos bienes. Es lógico que sea una preocupación mayor que el desempleo, porque este último se siente como un fenómeno más transitorio desde el análisis individual, mientras que sobre la inflación no se percibe que se pueda tener algún control”, afirmó Alonso, quien espera que la percepción pueda mejorar con un dato de precios más favorable en mayo, continuando con lo visto en abril.
Son los niveles socioeconómicos más bajos (D y E), según Datum, los que más señalan al aumento de precios como el principal problema. En cuanto a regiones, son la zona norte (38.9%) y centro (42.2%).
Ello, según Carlos Casas, se debe a la mayor proporción de gasto que se dirige a alimentos, componente básico y que tiene una inflación más elevada que el dato general.
“La percepción más alta en el norte, y en el centro podría estar respondiendo más a factores coyunturales como el escenario de lluvias y su impacto en los precios”, apuntó.
Asimismo, el economista enfatizó que el hecho de que se mencione a los bajos salarios se relaciona también con la inflación, por la reducción de su poder de compra, y con su percepción sobre el desempleo.
“Detrás de ello está el aumento de la tasa de informalidad (por encima de la del 2019, según INEI) y desaceleración del empleo formal que actualmente vemos. Hay mucha gente que se ha pasado del sector formal al informal, y con ello deja una fuente estable de ingresos, y eso genera malestar más aún si suben los precios”, indicó.
El 75% de peruanos recorta gastos
Ligado a lo anterior, Datum reveló también que el 75% de la población tuvo que reducir gastos para calzar sus ingresos con sus obligaciones del mes. En el sondeo anterior el registro era del 70%.
En particular, es en la compra de alimentos donde los peruanos (37%) han reducido gastos, seguida de la de vestimenta (31%).
El exviceministro de Economía indicó que esta estadística va en línea con la desaceleración del consumo, pero que, al tratarse de una reducción en el gasto de bienes básicos, también es reflejo del aumento en la vulnerabilidad y pobreza en el país.
Recientemente el INEI publicó su dato de pobreza monetaria (27.5%), muy por encima de niveles prepandemia (20.2%).
Fuente: GESTIÓN.