Por: Giuliana Corbo
La industria de la energía verde está siendo moldeada por una serie de innovaciones tecnológicas que, además de optimizar procesos, mejorar la eficiencia y aumentar la sostenibilidad, también transforman su producción, distribución y consumo.
Según datos de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), América Latina y Caribe poseen un 25% de renovables en la composición de su matriz primaria de energía. Un 59% de la generación de electricidad proviene de fuentes renovables y su ambición es alcanzar el 70% antes del 2030. Entre las principales tecnologías emergentes en esta área, se destacan la inteligencia artificial (IA), el Internet de las Cosas (IoT), la realidad virtual (RV), los drones y el big data.
Inteligencia artificial: el cerebro de la revolución verde
La Inteligencia Artificial, con su capacidad de aprender y analizar vastos conjuntos de datos, está revolucionando la industria energética al optimizar sistemas, predecir necesidades de mantenimiento y gestionar redes de forma eficiente. Se proyecta que el mercado global de IA en el sector de energía alcance los 75.820 millones de dólares hasta 2030, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 27,9%. Esto es resultado de la creciente demanda por redes de información mejoradas para garantizar la sostenibilidad en el sector energético.
Internet de la Cosas
Además, el Internet de las Cosas (IoT) está introduciendo una nueva era en la producción de energía al permitir la recolección, análisis y gestión eficiente de datos. Esta tecnología da origen a las «smart grids», redes fundamentales para la transmisión e integración de grandes volúmenes de datos. Como resultado, los activos conectados a la red elevan la eficiencia operativa y refuerzan la adaptabilidad del sistema. En proyectos de sistemas fotovoltaicos, por ejemplo, el uso del Internet de las Cosas permite la identificación de problemas a distancia, con activación automática de equipos para su resolución, lo que ahorra tiempo y fuerza de trabajo.
Realidad virtual y drones
En el sector de petróleo y gas, la realidad virtual ha aumentado la eficiencia general de las operaciones al permitir la creación de ambientes simulados, que ayudan a los profesionales a explorar campos de petróleo con mayor detalle y precisión. Esto incluye monitoreo en tiempo real de los procesos, lo que permite ajustes rápidos y toma de decisiones informadas. Durante las perforaciones, los geólogos pueden analizar datos de subsuperficie y hacer previsiones consistentes, reduciendo la incertidumbre asociada a esta actividad.
Los drones también están emergiendo como una tecnología revolucionaria en el sector de energía, especialmente en la inspección y mantenimiento de infraestructura de energía solar y eólica. Según el Drones in Energy Sector Market Report, se espera que este mercado global se expanda en 178,36 millones de dólares hasta 2030, gracias a la creciente demanda por procesos de inspección más seguros.
Equipados con cámaras de alta resolución y tecnología de imagen térmica, estos equipos pueden identificar defectos y daños en paneles solares y turbinas eólicas de manera eficiente, permitiendo que las empresas de energía realicen inspecciones de rutina, detecten problemas anticipadamente y realicen reparaciones en tiempo hábil. Esto evita paralizaciones costosas y maximiza la producción energética.
Big data
Finalmente, el análisis de big data ha desempeñado un papel fundamental en la optimización de las operaciones en el sector de energía. Se espera que, globalmente, este mercado crezca de 9.310 millones de dólares en 2024 a 15.890 millones hasta 2029, con un CAGR del 11,28% durante el período de previsión. En general, los procesos orientados por datos ayudan a reducir costos y reforzar los esfuerzos de sostenibilidad. Cuando se combina con IA y aprendizaje automático, las empresas pueden mejorar la eficiencia de los sistemas de energía, reducir desperdicios y minimizar el impacto ambiental.
La adopción de innovaciones tecnológicas está a la vanguardia de la próxima generación de empresas en el sector de la energía. Las asociaciones estratégicas y las sinergias colectivas son esenciales para la modernización de esta industria. Las oportunidades son cada vez más amplias y la combinación de avances tecnológicos y equipos experimentados puede promover medidas eficientes, sostenibles y resilientes. Definitivamente, este es el camino para la innovación y el crecimiento sostenible en los próximos años.