A pesar de que hasta ahora los precios de gas licuado de petróleo (GLP) a granel, y de gasolinas de 84 y 90 octanos a nivel mayorista en el país han seguido la tendencia internacional y se mantienen relativamente estables, esa situación podría cambiar a partir del 2023.
Así lo advirtió el exviceministro de Energía, Arturo Vasquez Cordano, quien refirió que el riesgo de un posible incremento en el precio de estos productos se daría en vista de que estarán cubiertos por el Fondo de Estabilización del Precio de Combustibles (FEPC) solo hasta fin de año.
Explico que la norma que incorporo a dichos derivados al FEPC, administrado por el Ministerio de Energía y Minas (MINEM), lo hizo de forma provisional y solo con vigencia hasta fin de este mes. Según fuentes, el ejecutivo no planearía ampliar el plazo para mantenerlos bajo ese mecanismo, salvo que el diésel de uso vehicular (por norma, se encuentra protegido en ese fondo de forma indefinida).
De ya no estar cubiertos por el FEPC y de producirse incrementos en la cotización de petróleo y sus derivados en el mercado internacional, el experto dijo que se verían alzas en los precios de esos productos en el mercado local.
El GLP a granel, que es de uso vehicular pero que también es empleado en edificios multifamiliares, centros comerciales, fabricas, hoteles, entre otros, se ha mantenido estable a lo largo del 2022.
Siguiendo el comportamiento internacional de ese derivado, el GLP a granel, que Petroperú lo vende a nivel mayorista en S/2.71 por kilo resulta 22.5% menor que el que se registraba en enero del 2022.
En el caso de gasolinas de 84 y 90 octanos, se mantiene hoy en la lista de Petroperú en torno a los S/15.00 y S/13.2 por galón, con ligeras variaciones respecto del precio en enero.
Los precios de gasoholes de 90 a 97 octanos están entre 18% y 23% más elevado que a inicios del año (no están protegidos por el FEPC).
Por otra parte, Arturo Vasquez, que también fue gerente de estudios económicos de OSINERGMIN, advirtió que hay otro riesgo par el mercado de combustibles, pues hasta ahora el Estado no ha devuelto la deuda que ha asumido con las refinerías a través del FEPD.
Fuente: GESTIÓN