La declaratoria de estado de emergencia por 30 días a nivel nacional no tendría impactos negativos sobre la economía, pese a las restricciones al tránsito, la libertad de reunión entre otras medidas que implica.
El constitucionalista Anibal Quiroga, explicó a Gestión que las restricciones establecidas en el estado de emergencia solo se aplican a la situación por la cual se decidió dar la medida de excepción, en este caso, por la violencia política.
“Las restricciones se constriñen a las razones por las que se da el estado de emergencia, en este caso la violencia política. No una fiesta familiar, no una misa”, refirió.
En ese sentido Quiroga precisó que en el caso de actividades económicas que requieren de reunión de personas, como las de entretenimiento tipo discotecas o conciertos, o cualquier actividad habitual de la población pueden realizarse con normalidad.
El experto señaló que esta forma de aplicación de norma fue precisada en sentencias del Tribunal Constitucional y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Impacto positivo
Por su parte, el gerente de Estudios Económicos de Scotiabank, Guillermo Arbe, afirmó que una declaratoria de estado de emergencia en la situación en la que se encuentra el país puede ser positiva para normalizar la economía, pues permitiría reabrir vías que actualmente están bloquedas, beneficiando al comercio y tránsito de personas.
El economista precisó que el estado de emergencia no es una preocupación económica tan grande como la protesta misma, que sí puede afectar a la actividad económica, especialmente una de este estilo que cierra vías de comunicación y afecta la propiedad.
“Un estado de emergencia no afecta a las vías de comunicación más bien las abre. Permite normalizar la situación”, afirmó.
Efecto emocional
Si bien el estado de emergencia decretado en el Perú tiene efectos legales en el tema político y permite que la población desarrolle sus actividades con normalidad, el jefe del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Óscar Chávez, afirmó, sin embargo, que podría haber algún impacto negativo por un factor emocional.
Según Chávez, este tipo de anuncios genera temor en la población, lo que puede hacer que se cancelen reuniones de fin de año, como fiestas de promoción u otras, afectando toda la cadena de servicios de este tipo de actividades, como alquileres de locales, catering, entre otros.
Fuente: GESTIÓN.