La multinacional suiza Glencore anunció la adquisición del 100 % de Compañía Minera Quechua S.A., operación que le otorga la propiedad total del proyecto de cobre Quechua, ubicado en la provincia de Espinar, en la región Cusco. Con esta transacción, la compañía refuerza su presencia en el sur del Perú y amplía su cartera de activos cupríferos en el país.
La compra se realizó a través de Glencore Peru Holding, subsidiaria local del grupo, y forma parte de su estrategia de consolidación en distritos mineros clave, particularmente en el corredor minero del sur. El enfoque apunta a fortalecer su posición en el cobre, considerado un metal estratégico para la transición energética y la electrificación global.
Uno de los principales atractivos del proyecto Quechua es su cercanía a la mina Antapaccay, operación íntegramente controlada por Glencore, así como al proyecto Coroccohuayco, ambos también situados en Espinar. Esta proximidad geográfica abre la posibilidad de generar sinergias operativas y optimizar el desarrollo de los activos en la zona.
“La incorporación del proyecto Quechua a nuestro portafolio amplía aún más nuestra inversión en Espinar”, señaló Luis Rivera, director de Operaciones para Sudamérica en Glencore, al destacar la importancia estratégica del distrito dentro de los planes de la compañía.
Desde la empresa indicaron que el proyecto Quechua podría complementar y respaldar la operación de Antapaccay, tanto por su ubicación como por el potencial geológico del área. “La zona está altamente mineralizada, ofreciendo potencial de volumen y longevidad”, añadió Jon Evans, líder industrial de Cobre en Glencore.
Antapaccay constituye el eje de la presencia operativa de Glencore en Perú. La mina produce concentrado de cobre desde 2012 y, en 2024, alcanzó una producción de 146,000 toneladas, consolidándose como uno de los activos más relevantes del grupo. Ese mismo año, la operación generó alrededor de 4,500 empleos directos e indirectos y registró S/ 302 millones en compras locales.
Más allá de Espinar, Glencore mantiene una presencia diversificada en el país, al ser accionista de Compañía Minera Antamina y desarrollar actividades de logística y comercialización. Con la adquisición del proyecto Quechua, la empresa reafirma su apuesta de largo plazo por el Perú, basada en el crecimiento mediante activos cercanos, sinergias operativas y el desarrollo sostenido de distritos mineros consolidados.