24 de octubre de 2025
Empresas

ISEM reunió a investigadores en riesgos de la altitud

Durante dos jornadas, el seminario internacional presentó las tendencias más relevantes en medicina y salud para operaciones mineras en altitud, aportando propuestas innovadoras y consensos emergentes.

El X Seminario Internacional de Salud Ocupacional en Operaciones Mineras, organizado de forma virtual por el Instituto de Seguridad Minera (ISEM) los días 16 y 17 de octubre, reunió a investigadores y profesionales de la salud ocupacional de distintos países para analizar los efectos de la hipoxia hipobárica y los retos médicos, fisiológicos y preventivos que enfrentan los trabajadores expuestos a la altura.

La apertura del evento destacó el papel del precondicionamiento hipóxico como eje de estudio. Como se señaló en las conclusiones generales, este enfoque debe considerarse dentro de un marco más amplio de variabilidad, ya que muchos estudios continúan planteándose desde una perspectiva “lowland-céntrica”. Se subrayó la importancia de definir con precisión las dosis, marcadores bioquímicos, aspectos clínicos, epidemiológicos y de laboratorio vinculados a la exposición hipóxica.

Entre las primeras ponencias, Martin Burtscher (Universidad de Innsbruck, Austria) explicó cómo la exposición intermitente a la hipoxia mejora la tolerancia al esfuerzo y reduce la presión arterial en adultos mayores. En esa línea, Robert Mallet (University of North Texas, EE. UU.) analizó los mecanismos de resistencia cardíaca frente a la isquemia, proponiendo que la hipoxia cíclica puede prevenir daños cardíacos y arritmias.

Por su parte, Ginés Viscor (Universidad de Barcelona) aportó evidencia sobre la hipoxia hipobárica intermitente como un estímulo capaz de acelerar la recuperación funcional y regenerar músculo esquelético, al tiempo que defendió su utilidad como intervención complementaria en medicina laboral y deportiva, sobre todo si se aplica de manera controlada y sin exposición al frío intenso.​

Desde Chile, Fernando Moraga (Universidad Católica del Norte) señaló que la exposición intermitente prolongada a la altura genera adaptaciones parciales —como el aumento de hemoglobina— pero también riesgos persistentes como alteraciones del sueño y presión arterial elevada. Propuso reforzar la vigilancia médica ocupacional y adaptar los programas de salud al patrón de exposición de cada trabajador, considerando diferencias de altitud, edad, procedencia y patologías previas.

El bloque metabólico liderado por Patricia Siques (CEIMA, Universidad Arturo Prat, Chile) resaltó que el sobrepeso y la obesidad agravan los efectos de la hipoxia, incrementando el riesgo de hipertensión pulmonar y mal agudo de montaña. En tanto, Julio Brito, también de la Universidad Arturo Prat, enfatizó la necesidad de protocolos de monitoreo cardiovascular y una definición consensuada de conceptos como “variación”, “desviación” y “normalidad” en las prácticas médicas de altura.

El investigador boliviano Gustavo Zubieta-Calleja (High Altitude Pulmonary and Pathology Institute) compartió más de cinco décadas de estudios sobre los mecanismos adaptativos humanos, diferenciando la aclimatación transitoria de la adaptación heredada y abriendo nuevas perspectivas incluso para la vida en ambientes espaciales.

En el ámbito de la salud mental, Eduardo Bazán (Rest Perú) abordó las alteraciones del sueño —apnea central, insomnio y trastornos circadianos— como factores de riesgo cardiovascular asociados a la hipoxia hipobárica, recomendando un manejo multidimensional y multisectorial. Sonia Carlos (ACHS, Chile) sumó la perspectiva del exposoma laboral, subrayando que las exposiciones acumuladas influyen en la fatiga, inflamación y agotamiento crónico.

Finalmente, José Valle (ISEM, Perú) propuso el uso de biomarcadores no invasivos como la variabilidad de la frecuencia cardíaca para una evaluación personalizada del riesgo cardiometabólico, mientras que Daniel Jiménez (Medicina de Altura, Chile) destacó la importancia de integrar modelos fisiopatológicos y considerar las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) dentro de la gestión de la exposición hipóxica.

El evento concluyó resaltando la necesidad de un consenso interdisciplinario entre especialistas en medicina de montaña, medicina ocupacional y medicina del sueño, que establezca definiciones, estándares y estrategias comunes para la evaluación, prevención y manejo de los riesgos derivados de la exposición a la altura.

A lo largo de sus sesiones, el ISEM reafirmó su compromiso de impulsar la investigación aplicada y la capacitación técnica continua, consolidando al seminario como un espacio de referencia para el desarrollo de una minería segura, saludable y sostenible en condiciones extremas.

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