La minería ha sido tradicionalmente vinculada al esfuerzo masculino desde su primigenio acontecer preincaico y así se ha mantenido en cada posterior etapa de la historia peruana hasta nuestros días. Contrariamente, la mujer fue siempre vetada de esta actividad por pensarse como una figura débil e improductiva, siendo relegada a otras tareas domésticas como el cuidado de los niños o a labores de cocina.
Por mucho tiempo se creyó que el protagonismo femenino y la minería eran totalmente incompatibles y contra natura. Y esto, más que todo, se debió a la vaga documentación acerca de la participación de la mujer en el sector. Sin embargo, la poca información que se tiene en la actualidad nos demuestra cuán equivocados estábamos: en menor o mayor medida, la mujer también fue minera.
Según sostiene la investigadora española Isabel Povea Moreno en su publicación Minería y reformismo borbónico en el Perú. Estado, empresa y trabajadores en Huancavelica, 1784-1814, las mujeres tuvieron participación en la explotación de los yacimientos, ejerciendo el pallanqueo o pepenado, que consistía en recolectar mineral en los desechos acumulados en la superficie para de las menas la parte metálica de la ganga.
Incluso, otros autores, como Villalba Bustamante (El trabajo en las minas) y Raquel Gil Montero (Mecanismo de reclutamiento indígena en la minería de plata. Lípez, siglo XVII), versionan que la presencia de la mujer en la minería llegaba a actividades de transporte y molienda del mineral, o en la preparación de este; y que en el caso huancavelicano, la mano de obra encarga de ello era, principalmente, femenina.
Desde esas remotas épocas hasta el presente, las prácticas y funciones han cambiado sobremanera y hoy la mujer continúa en el sector. No obstante, su intervención en número es todavía inferior al de los hombres y ha avanzado menos de lo esperado. Así lo demuestra el Informe de Empleo Minero 2020, del Ministerio de Energía y Minas, donde da cuenta que, si bien el empleo directo en la minería en los últimos 10 años ha incrementado en 30%, la participación femenina en ese mismo lapso tan solo ha crecido en 1%, pasando del 5.6% en el 2010 al 6.6% en el 2019.
Esta realidad ha convocado la especial atención del Estado, empresariado, sociedad civil y población en general, en tiempos en que se promueve la equidad de género en todas las actividades de la economía nacional, sin menoscabar en comparaciones de sexo, color de piel, procedencia geográfica, o linaje étnico, con el propósito de sumar nuevas perspectivas, conjugar experiencias y potenciar las formas de cooperación para hacer del Perú un país más justo, inclusivo y productivo.
Importante convenio con WIM Perú
Partiendo de este contexto, organizaciones como el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), han manifestado su preocupación y reforzado en la necesidad de aunar esfuerzos entre los sectores público y privado para diseñar y ejecutar políticas que permitan una mayor visibilización de la mujer en toda la cadena económica del país y principalmente en la minería, pues es una de las actividades que mayores oportunidades de superación profesional ofrece.
Víctor Góbitz, presidente del IIMP y uno de los rostros masculinos más representativos de la minería peruana, no se siente ajeno a esta situación. Él defiende el concepto de que la presencia femenina es clave para atraer el suficiente talento que ayudará a enfrentar los desafíos del rubro extractivo. “La participación de la mujer en la industria minera nacional está en el orden del 6% al 7%, mientras que en otras jurisdicciones la cuota bordea el 30%, lo cual nos demuestra que el Perú está por debajo y debemos seguir trabajando”, enfatizó en la inauguración del Congreso Internacional WIM Peru: Sostenibilidad y Futuro del Sector Minero, organizado por Women in Mining Peru (WIM Peru), en setiembre de este año.
Este mismo encuentro fue propicio para anunciar que el Consejo Directivo del IIMP acordó suscribir un convenio con WIM Perú para fomentar la activa y permanente participación y el desarrollo de la mujer en la minería. “Si bien se está experimentando un cambio positivo en la minería peruana con una mayor presencia femenina en los últimos años, aún queda mucho por trabajar y, con este convenio, podremos apoyar de manera más consistente y formal en ese propósito”, afirmó en aquel momento.
ProEXPLO y su propósito inclusivo
En cada espacio, el IIMP siempre ha llamado a la reflexión sobre la situación de la mujer en la minería para elaborar acciones transversales que mejoren su futuro. Ese fue el caso del XII Congreso Internacional de Prospectores y Exploradores – proEXPLO – 2021, donde, precisamente, se debatió acerca del aporte de las mujeres a la industria de la exploración minera del Perú, concluyendo en que las empresas mineras deben asumir un mayor compromiso en la aplicación de políticas de género que promuevan la participación activa de las profesionales en puestos técnicos, administrativos, gerenciales y CEO; así como en la implementación de prácticas de equidad de género y retribución salarial.
Y si bien se observa una mayor intervención femenina en la minería pequeña y artesanal, esto termina siendo insuficiente, pues, en líneas generales, la participación de la mujer en el mercado laboral minero del Perú es de 6.7%, ubicándose después de Colombia y Chile, donde la participación asciende a 8.8% y 8.4%, respectivamente, y situándose aún más lejos de Ecuador (10%), México (11%), Brasil (13%), Australia (16.6%), y Canadá (17.9%), según el análisis de Silvia Kohler, ingeniera geóloga y expositora en aquella oportunidad.
“El Perú está camino al CRIRSCO (Comité de Normas Internacionales de Información sobre Reservas Minerales) y eso nos obliga a ser más competitivos y va a incentivar a que muchas mujeres que tienen experiencia en exploración, en manejo de base de datos o modelamiento sean un plus para ser más competitivos y poder firmar recursos y reservas a nivel mundial”, subrayó Silvia Kohler, agregando también que, en el periodo 2009-2019, las estudiantes ingresantes a la carrera de Ingeniería Geológica de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos representaron el 22%, mientras que en el caso de la Universidad Nacional de Ingeniería, fue el 10%.
Experiencias de éxito en Jueves Minero
El Jueves Minero es otra de las instancias que el IIMP ha puesto a disposición para la promoción activa de las buenas prácticas en materia de género en el sector minero. En este evento se conoció los avances de las empresas para seguir incorporando a mujeres estudiantes y profesionales. Al respecto, importantes actores del sector, como Nexa, Gold Fields y BHP, contaron el impacto de sus políticas de inclusión en sus objetivos de excelencia operacional.
El progreso más concreto se divisó en la compañía minera BHP, accionista principal de Antamina. A nivel global, su fuerza laboral está compuesta por un 30% de mujeres y un 70% de hombres. «Los análisis internos de BHP demuestran que nuestros equipos más inclusivos y diversos han tenido menos lesiones registrables, más sentido de orgullo y menos ausencias no planificadas, entre otros atributos», reconoció Daniel Arrieta, vicepresidente de Recursos Humanos de Minerals Americas – BHP. Al 2025, pretende equiparar el número de mujeres al de hombres en su plantilla y así elevar el rendimiento de sus operaciones.
Por el lado de Nexa Resources, Ricardo Oporto, CEO de la filial en Perú, expuso que la empresa aspira a contar con un 20% de mujeres para el 2025. «En el 2020, terminamos el año con 14.2% de participación de mujeres entre todos los colaboradores de Nexa y definimos como meta de la alta gestión de la empresa llegar a 16% a fines de este año”, confesó. Y complementó también que, para velar por la equidad de género, Nexa cuenta con 5 frentes de trabajo: maternidad, ambiente de trabajo seguro, señales y símbolos de inclusión de género, mujeres en las comunidades, y diversidad en la cadena de suministros.
En tanto, Verónica Valderrama, vicepresidente de Recursos Humanos de Gold Fields, recordó que anteriormente la organización apenas tenía un 4% de mujeres en sus filas, siendo ella la única en cargos de dirección. “Hoy en día somos 24% de mujeres de las cuales el 18% estamos en posiciones de liderazgo. Ha sido una evolución y participación desde la cabeza». Apuntó, además, que estos cambios en temas de igualdad y diversidad requieren no solo el trabajo de algunas empresas, sino la industria minera en conjunto, a través de un enfoque multiactor.
PERUMIN, difusor del talento femenino
Entre sus distintas iniciativas en favor de la visibilización femenina en el sector, como parte de las actividades de PERUMIN Edición del Bicentenario 2021, el IIMP realizará la publicación de los resultados del programa Talento Mujer Minera, impulsado por Cetemin, el cual consiste en el otorgamiento de 100 becas de formación técnica para mujeres, bajo el auspicio de grandes empresas mineras, tal como anunció el presidente de este instituto de educación superior, Raúl Benavides, en una de las ediciones del Jueves Minero.
Este programa nace en un contexto en el que las compañías líderes en minería aspiran a reclutar más mujeres en sus proyectos y operaciones mineras en los próximos años, con la finalidad de avanzar en temas de igualdad de género en esta industria, un reto que obligará a hacer profundos cambios culturales y tecnológicos en las empresas.
Todas estas acciones del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú conducen a la transformación de la realidad de la mujeres mineras, desde un enfoque académico concientizador y promotor de la diversidad de género en el sector para construir equipo de trabajo más integrado y talentoso en pro de la excelencia operacional de la minería.