Modasa, fabricante de buses y grupos electrógenos, arrancó con sus proyectos de electromovilidad hace casi cuatro años. En 2023 la empresa empezó con la comercialización de buses 100% eléctricos en el Perú y logró colocar cinco. Si bien este negocio hoy tiene un ritmo de crecimiento moderado, la masificación es el objetivo.
Reuly Huapaya, jefe Comercial del Área de Electromovilidad de Modasa, detalla que tienen en su portafolio buses eléctricos de entre 12 metros y 9 metros, con carrocería variable. “Los vendemos principalmente a las empresas mineras, que requieren transporte para movilizar a su personal hasta las operaciones”.
En cuanto a los buses de uso urbano, Modasa apunta principalmente a los corredores y sistemas de transporte estructurados. “Estamos en negociaciones con operadores que brindan la flota”, dijo el ejecutivo durante la presentación del evento E-Motion Cities 2024, organizado por la Asociación de emprendedores para el desarrollo e impulso del vehículo eléctrico (Aedive) y la Sociedad Nacional de Industrias (SNI).
Los buses eléctricos, explicó Huapaya, se fabrican a demandan. Es decir, las configuraciones son personalizadas para la operación en que trabajará el vehículo.
¿En cuánto están valorados? “Es relativo, no es lo mismo un bus que va a tener una operación de 100 kilómetros (km) al día que el que tendrá una de 300 km. Este último puede tener un costo de US$ 340,000″, anotó Reuly Huapaya. Los precios varían, sobre todo porque cada uno requerirá de cantidades distintas de batería.
En tanto, un bus tradicional de 12 metros a diésel bordea los US$ 120,000. Sobre la rentabilidad de la inversión, los números deben ser calculados en función al proyecto de la empresa. “Si bien el bus eléctrico tiene un valor alto de adquisición, el mantenimiento no”, sostuvo el ejecutivo de Modasa. Estos vehículos no tienen la necesidad de hacer cambio de aceite, bujía, embrague, caja de cambio. Entonces, “es una simplificación de la logística y del mantenimiento”.
Proceso de fabricación de los buses eléctricos
Actualmente Modasa cuenta con capacidad instalada para la fabricación de los buses eléctricos que se requieran. “Tenemos nuestra planta industrial en Lurín con 10 hectáreas de líneas de producción, donde rápidamente nos adecuamos y somos flexibles a los proyectos que se presentan”, indicó Reuly Huapaya.
Algunos componentes son importados, como la batería, el motor y algunos accesorios más. “Nosotros hacemos todo el ensamblaje, desarrollo, ingeniería y la fabricación de la carrocería”, detalló. Entre los desafíos que plantea dicha tecnología está el de suministro porque se depende de los envíos desde el extranjero para la planificación de los proyectos de Modasa.
¿Han evaluado exportación? “Sí, pero todo depende de las licitaciones, negocios y la demanda que se presente en otros países”.
La mirada de la empresa es masificar los buses eléctricos y ser parte proyectos de electromovilidad y uso de energías limpias. “Las proyecciones del 2024 van a depender mucho del componente político como normativas o medidas que promuevan la electrificación y así tener mayor acogida en el mercado”, señaló Reuly Huapaya de Modasa.
Fuente: GESTIÓN