Una correcta gestión ambiental es parte esencial del proceso de producción minero, sobre todo para el cumplimiento de las metas de sostenibilidad que se plantean las empresas del sector. A su vez, un aspecto central de la gestión ambiental es el manejo de residuos y de manera particular el control de los drenajes ácidos.
La generación de ácido es originada por la oxidación de los minerales sulfurosos cuando estos son expuestos al aire y agua, dando por resultado la generación de acidez y la disolución de elementos contaminantes. Asimismo, hay que tener en consideración que no todos los minerales sulfurosos o rocas con contenido de sulfuro son potencialmente generadores de ácido.
“Los residuos, como desmontes o relaves, se exponen a la intemperie. Su reacción a ciertas condiciones atmosféricas puede generar acidez. El contacto con el agua genera que estos residuos se desplacen y formen los drenajes ácidos, que, si no son debidamente controlados, pueden contaminar el agua, la vegetación o la superficie de las zonas por las que pase”, comenta Hellen Arias, experta en Metalurgia de SGS Perú.
La mejor herramienta para prevenir o mitigar los efectos del drenaje ácido en el ambiente son las pruebas de predicción de drenajes ácidos, las cuales identifican, primero, si la muestra que se lleva a analizar tiene potencial de generar acidez y, en segundo lugar, qué elementos contaminantes se generan, entre los que se puede citar el hierro, el arsénico, el camio, entre otros.
Arias explica que esta información permite a las empresas mineras saber si es que la presencia de contaminantes está por debajo de los límites máximos permitidos para efluentes líquidos de actividades mineras y metalúrgicas, los cuales están establecidos en el D.S. 010-2010 MINAM. “En caso ello no suceda, deben tomar medidas correctivas”, precisó.
Resaltó que algunas empresas toman como referencia los estándares de calidad (ECA) para el agua, estipulados en el D.S. 004-2017 – MINAM. “Es una estándar más alto porque exige que el agua sea de una calidad tal, que permita que pueda ser utilizada para regar plantas o para ser bebida por animales”, afirmó.
Tipos de pruebas
La experta comentó que hay tres tipos de pruebas de predicción de drenajes ácidos: pruebas estáticas, de lixiviación y cinéticas, las cuales describe a continuación:
- Pruebas Estáticas. Tienen como objetivo la evaluación del balance entre el potencial de generación ácida (oxidación de los minerales sulfurosos) y la capacidad de neutralización ácida (disolución de minerales carbonatos). Dentro de las pruebas estáticas, están las pruebas ABA, que determinan si es una muestra generadora de acidez o no, o tiene un comportamiento incierto; y las pruebas NAG, que se usan en asociación con las pruebas ABA para clasificar el potencial de generación de acidez de una muestra.
- Pruebas de Lixiviación. Se utilizan para determinar el potencial de lixiviación (disolución) de elementos contaminantes procedentes de los materiales estudiados.
- Pruebas cinéticas: Estas pruebas se realizan luego de que se confirma que una muestra tiene potencial de generar acidez o presenta un comportamiento incierto, con el objetivo de confirmar el potencial de generación de ácido y predecir la calidad de las aguas de drenaje cuando estas son sometidas a intemperismo bajo condiciones simuladas y controladas.
Los análisis mineralógicos resultan una herramienta fundamental para la interpretación de las pruebas antes mencionadas, pues permiten identificar qué especies están presentes en las muestras, ya sean productoras o consumidoras de ácido.
Por último, Arias resaltó que para realizar las pruebas de predicción de drenaje ácido de forma adecuada se requiere un laboratorio que siga, además de la regulación vigente, normas internacionales, y cuente con personal de alta especialización y equipos adecuados.
“Es importante hacer un seguimiento de los resultados y tener una alta capacidad de respuesta, pues eso permite a los clientes y a los consultores tomar medidas oportunamente”, finalizó.