Desde el Espacio las imágenes satelitales nos revelan la magnitud del desastre ecológico registrado en el mar de Ventanilla, por el derrame de 6,000 barriles de petróleo. En una vista satelital, del 18 de enero, se puede ver el punto exacto del derrame y el desplazamiento de la mancha de crudo a lo largo de la costa norte. Precisamente, la mancha de mayor tamaño, que se aprecia en el panel derecho, alcanza una longitud de hasta 5 km de largo, y se ha desplazado a más de 30 km en sólo 2 días desde que ocurrió la tragedia.
Así lo explica para la Agencia Andina, Lucio Villa, ingeniero ambiental de la Universidad Nacional Agraria La Molina y especialista en monitoreo de superficies con satélites de la ONG Conservación Amazónica ACCA. Para obtener esta información, explica el ingeniero, se utilizó la red de satélites de Planet Scope – que mapean la superficie de la tierra a diario- luego se hacen los análisis y se cargan los datos a la nube.
Con esta tecnología se puede procesar un montón de información- como todo el territorio peruano- en minutos u horas, lo que antes podría tomar hasta años.
“Si bien el proceso es un poco complejo, pero es la forma más completa de monitorear el impacto en el área, porque no hay mucha información. Con esta tecnología podemos tener mucho más detalle y barrer grandes superficies del territorio. También se pueden utilizar los drones, pero tienen algunas limitaciones y no recorren áreas de gran magnitud”, explica.
Precisamente gracias a estas imágenes satelitales se logran ver los residuos que han quedado y los puntos más concentrados de petróleo – los más densos- que todavía siguen desplazándose hasta la costa norte.
“El área afectada residual que se pueda ver con estas imágenes supera los 109 kilómetros cuadrados, es algo impresionante, y podemos hablar de más porque hay rastros de petróleo que se siguen desplazando”, detalla Lucio Villa.
Para el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) el desplazamiento del hidrocarburo no se ha detenido, hasta el momento, la mancha negra ha cubierto 1’739,950 metros cuadrados de suelo, y 1’886,965 de metros cuadrados en zona de mar, según informó Miriam Alegría, presidenta de la OEFA al programa Andina al Día.
Por su parte, el ingeniero Villa destaca que al momento de trabajar y activar las medidas de control y mitigación en campo, es necesario dimensionar adecuadamente las áreas más complicadas – donde se ha concentrado más el petróleo- y delimitar eso es una labor muy delicada y requiere de tecnología avanzada como el análisis satelital.
«Se requieren urgentes medidas, como el uso de berma de contención, para evitar que siga su avance afectando el litoral del norte chico de Lima y del sur de Áncash. Además, seguir monitoreando desde el Espacio con satélites porque eso nos da una vista general de la problemática», detalla.
Toda esta información está disponible para las entidades del Estado y el público en general. Para acceder solo debe ingresar a este enlace y podrá observar de forma interactiva la extensión del derrame.
Trabajo en colaboración con la NASA
Desde el 2018, Lucio Villa integra la unidad de tecnología de ACCA y en estos dos últimos años en el proyecto Servir Amazonía, en colaboración con la NASA, busca promover el uso de información que brindan los satélites de observación terrestre y de tecnologías geoespaciales.
Desde el área de monitoreo satelital de la Amazonía busca medir el impacto de la tala ilegal, minería, entre otras actividades, y como docente de la cátedra de Geomática en el departamento de Ingeniería Ambiental de la UNALM enseña a sus alumnos cómo trabajar con esta tecnología.
«Necesitamos formar profesionales capaces de manejar esta tecnología, y la academia debe estar más involucrado en este tipo de trabajos. Lamentablemente, necesitamos una tragedia para entender el control y monitoreo de la tierra, eso es lo más triste», concluye.
Fuente: ANDINA.