Perú, la potencia minera caracterizada por persistentes tensiones en las comunidades, enfrenta otra escalada de conflictos sociales en tanto comunidades rurales en el sur del país reanudan las protestas contra importantes minas, esta vez de Hochschild Mining Plc y MMG Ltd.
La líder de la comunidad de Huancute, Martha Elena Cayo, advirtió sobre bloqueos en las operaciones de Hochschild en Ayacucho, acusando a la firma que cotiza en Londres de no cumplir con sus compromisos con la comunidad.
Otros grupos también están discutiendo protestas contra las minas Apumayo y Breapampa de Hochschild.
La indignación estalló en Ayacucho luego de que la policía detuviera a un grupo de manifestantes, informó Radio Parinacochas, que acusó malos tratos durante la detención.
El alcalde local, Walter Antayhua, dijo que la gente de Huancute está siendo desalojada de sus tierras. En un comunicado, Hochschild negó las acusaciones y dijo que algunos residentes habían ingresado ilegalmente al sitio de su mina Inmaculada.
Mientras tanto, las comunidades de Chumbivilcas reanudaron esta semana los bloqueos de una vía que utiliza la mina de cobre Las Bambas, de MMG, que cotiza en Hong Kong, después de que el martes no pudieran llegar a un acuerdo con funcionarios del Gobierno. Las comunidades están presionando para el desarrollo de proyectos de infraestructura.
Desde el 2016, los envíos desde Las Bambas se han visto interrumpidos a menudo debido a protestas esporádicas a lo largo de la carretera que se utiliza para enviar cobre semiprocesado al puerto.
El surgimiento de Perú como un importante productor ha exacerbado la histórica tensión en las relaciones entre la industria minera y las comunidades rurales.
Fuente: GESTIÓN.