Aunque el destino del repunte del cobre sigue siendo algo incierto, desde una perspectiva técnica, la acción del precio aún tiene que confirmar una tendencia alcista significativa.
El informe más reciente de Commitment of Traders de la LME (Bolsa de Metales de Londres), mostró que los fondos de inversión para el cobre han regresado a una nueva posición larga después de una breve posición corta neta a fines de mayo.
El precio del metal, utilizado para todo, desde el cableado hasta la construcción, es un 17 % más bajo que los niveles de marzo del 2022, siendo una materia prima profundamente importante para todos los vehículos eléctricos que apuntan a transformar la energía y eliminar el carbono.
“En estos momentos, existen dos fuerzas macroeconómicas que están luchando por definir la trayectoria del precio del cobre: La recuperación de la economía China a favor y la mayor alza de tasas de interés futuras de la reserva federal en contra’’, explicó Washington Lopez, CEO de Washington Capital.
Es cierto que la narrativa alcista a largo plazo alimentada por los déficits de suministro proyectados sigue siendo una preocupación válida para los mercados. Sin embargo, las existencias de inventario de la LME continuaron con una tendencia al alza como lo han hecho desde enero.
Las mejores expectativas para la economía de Estados Unidos y las medidas de estímulo de China podrían comenzar a ver caer esos niveles.
“Sin embargo, es probable que mucho dependa de cómo respondan la economía y los consumidores de China. Incluso con incentivos, los consumidores, probablemente operarán con cautela, especialmente en lo que se refiere al asediado sector inmobiliario”, agregó el economista López.
Por su parte, las importaciones de cobre en China aumentaron más del 9 % –mes a mes– en mayo de este año. De continuar esta tendencia, los mercados pueden comenzar a sentir la presión de la escasez de oferta una vez más.
La influencia de las tasas de la Fed
A pesar de diez aumentos consecutivos, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), decidió mantener las tasas de interés estables, pero proyectó aumentos adicionales para fines de año, lo que impactó el precio del cobre debido a su relación inversa con el índice del dólar estadounidense.
“Es importante recordar que el próximo aumento podría ocurrir en julio, ya que se continúa monitoreando la inflación, el mercado laboral resistente y las condiciones crediticias”’, señaló el CEO de Washington Capital.
La actual subida de la Fed de +500 puntos básicos, es la mayor desde que se aumentó hasta un 20 % en 1980 y en 1981 para combatir la inflación galopante.
Cabe recordar que Perú es el segundo productor mundial de cobre, pero de no contar con nuevos proyectos para este metal se podría ver mermada dicha posición en el ranking y en consecuencia tendría un impacto económico para el país.
Fuente: ANDINA.