Tanto el mercado como el Gobierno han recortado sus proyecciones de crecimiento para la economía peruana. Para analizar cómo este escenario afecta al Perú como receptor de inversiones, Gestión conversó con Daniel Velandia, economista jefe y director ejecutivo de research de Credicorp Capital para conocer su visión nacional y regional.
-Recientemente recortaron su proyección de crecimiento del PBI peruano para el 2023 de 1.3% a 0.6%. ¿Cuánto más podría caer el estimado de crecimiento si el impacto del fenómeno de El Niño (FEN) se manifiesta en el tercer o cuarto trimestre?
Ya hemos incorporado buena parte de los riesgos bajistas [a la proyección]. Debemos recordar que a principios de año teníamos una proyección de 2.3%, hace un mes y medio teníamos oficialmente 1.3%. El ajuste ha sido muy fuerte. Por otro lado, si bien puede haber un impacto adicional del FEN, creemos que el Gobierno va a lograr ejecutar algo de lo que se ha comprometido.
Ese “algo” de todas maneras puede llegar a ser importante porque ha comprometido poco más de 2 puntos del Producto Bruto Interno (PBI) en recursos de prevención. Cualquier cosa que se logre ejecutar de eso le pone un nuevo piso al crecimiento económico.
El 0.6% nos parece sensato hasta el momento. El hecho de que el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) haya recortado su tasa (de interés) y la inflación esté bajando, soporta eso. Estamos incorporando un escenario de El Niño moderado. El riesgo, claro, es que sea más fuerte.
-¿En la anterior proyección contemplaban un escenario de moderado a débil?
Cuando arrancó todo esto, entre marzo y mayo últimos, definitivamente lo considerábamos débil. En Credicorp Capital nos guiamos por lo que digan las entidades climatológicas. De hecho, hacia marzo de este año la probabilidad de El Niño costero fuerte era no más del 10%.
Asimismo, para el verano 2024 la probabilidad de que sea moderado es superior al 50%, mientras que sea fuerte está alrededor del 20%. Todavía está muy lejos del 50% como para incorporarlo al escenario base.
-Si creceremos 0.6% en un escenario base, ¿cómo se ve el escenario negativo?
El escenario negativo es lo que denominamos en estadística carry- over, es decir que el nivel de actividad se mantenga estable hasta diciembre. Estamos en un nivel ‘x’ y asumimos que no se crece en ningún mes, lo cual me parece excesivamente ácido porque entre enero y julio se contrajo 0.6%. De esa contracción hay que reconocer que la mayor parte de los golpes que afectaron fueron de oferta: el ciclón Yaku, el FEN y lo social.
En la medida que la inflación cae, las tasas caen y la confianza se recupera, todo eso hace pensar que no vas a quedar en cero en lo que queda del año. El escenario negativo es no crecer nada en lo que resta del año y por ende tampoco crecer nada en el agregado del 2023.
– ¿Esperarían que la inflación caiga más lento en los próximos meses?
Un FEN moderado puede afectar la inflación entre medio punto y un punto. Un FEN fuerte, o muy fuerte, hasta dos puntos. Pero, en Perú está demostrado que ese efecto es temporal. Que el FEN costero sea fuerte a mitad del año no es lo mismo a que sea fuerte en verano porque el ciclo agrícola se concentra en buena parte al comienzo del siguiente año.
En los últimos 20 años, cuando ha habido FEN lo usual es que tengas una inflación normal, del 2% o 2.5%. Esta vez es al revés, tienes un FEN con inflaciones que vienen desde arriba por lo tanto nuestra percepción es que generará una caída más lenta, pero no te va a cambiar la tendencia.
Como la demanda interna va a ser negativa este año, eso nos hace un poco más optimistas para la inflación. Para el próximo año, más bien, tenemos un estimado de 2.7%. Esperaríamos que la inflación suba en la primera parte del año, pero regrese en la segunda y en el neto no haya un gran efecto. En un escenario más negativo (la inflación) llegaría a 3.5%, pero no mucho más allá de eso. Igual 3.5% es un muy buen dato desde el punto de vista de otros países.
– En ese sentido, ¿cómo esperan que se comporte la tasa de interés de referencia?
Creo que Julio Velarde (presidente del BCRP) ha sido tan enfático en decir que van a ser muy cautos en el ciclo de bajada [de tasas de interés] porque hay dos fenómenos. Por una parte, tienen el temor del FEN, que así sea temporal puede afectar las expectativas. No es bueno ir bajando tasas cuando sabes que puede tener un impacto en la inflación, temporalmente al menos. Lo segundo es que lo de la Reserva Federal (FED) está muy enredado.
Ya tuvimos un precedente muy complejo en Chile, que no debería pasar en Perú, pero que creo deja a los bancos centrales aún más nerviosos a la hora de bajar tasas. Cuando Chile bajó su tasa en julio, se disparó el dólar por la reducción en el diferencial de tasas con la FED. Creo que eso tiene a más de uno pensando “ojo con la velocidad”. Un error de política es más doloroso porque tienes una FED que dice inclusive que falta una subida.
Bajar e ir en el sentido contrario puede afectar el dólar y si se afecta el dólar, se afecta la inflación. Van a ser muy precavidos, “estoy comprando” totalmente lo que dijo el BCRP en su comunicado y es que no necesariamente las bajadas van a ser consecutivas. Esperaría que de pronto no la bajen en octubre por la FED, que amenaza con subir en noviembre.
Una mirada al mundo
-Chile ha incrementado en US $12 mil millones su cartera de proyectos de inversión y de los tres países es el único con sesgo al alza, ¿los ánimos de inversión en Latinoamérica están emigrando a Chile?
Hay algo interesante porque Perú tiene la mayor carpeta de proyectos mineros de la región. Cuando se incorporan los proyectos al Catastro de bienes de capital de Chile es porque el proyecto ya está listo, casi que para arrancar. Lamentablemente con Perú siempre ha habido un montón de proyectos, pero la lista es más un catálogo y no está tan claro cuándo arranca.
Conversando con empresarios, como las inversiones son de largo aliento, es inevitable llegar a la pregunta de qué va a pasar en el 2026. En primer lugar, el mercado asume que el Gobierno llegará al 2026. Pero en el 2026, ¿cuáles son los candidatos? Tú como inversionista o empresario, si planeas hoy ejecutar un montón de dinero, lo más normal es que se desembolse del 2025 en adelante, entonces quieres tener mayor certeza.
-¿Por qué Chile va un paso adelante?
Mi opinión es que Chile va un paso adelante por un factor particular y es que ellos mantuvieron la incertidumbre minera muy alta durante cuatro años porque se venía discutiendo aumentar el royalty a la minería. Recién hace un par de meses por fin se zanjó el tema. Hubo un aumento, pero en general la gente quedó cómoda porque el royalty ha quedado medio similar a Perú, Canadá y Australia.
Una vez se da eso, se retira una fuente de incertidumbre que en Perú se mantiene. Diría que efectivamente estamos viendo mucha más intención de invertir en minería en Chile que en Perú. (Dina) Boluarte y su Gobierno van en la dirección correcta, pero la pregunta es si los empresarios van a estar dispuestos, independientemente de Boluarte, a generar un proyecto de inversión cuando en dos años igual va a haber un debate político.
-Después de tres años de incertidumbre política, conflictos sociales y pandemia, ¿cómo ha quedado la región frente a otros destinos mineros?
Definitivamente hay un impacto. Se mostraba un indicador de lo que más le preocupa a los empresarios y el factor más grande es la conflictividad social. Igual uno sí ve la intención mayor de invertir en el Perú gracias a la mayor estabilidad política.
Cuando uno habla con los mineros, la conflictividad social está en Perú, Chile, en todas partes. Si uno va al Congo, Sudáfrica, Zimbabue, es lo mismo o peor. Es el día a día. Pero una cosa es tener conflictividad social y otra es tener incertidumbre sobre el tipo de gobierno que vas a tener a futuro. Te diría que el escenario base es que Boluarte se queda hasta el 2026 al igual que el Congreso de la República. Todos estamos alineados en eso, pero nadie te lo asegura.
-¿Perú seguira siendo destino minero?
No creo que se pueda hablar de reemplazar a Perú como destino minero. En última instancia, Perú tiene unos costos de producción en los niveles más bajos del mundo, eso no va a cambiar y es muy positivo. Pero el hecho de no saber lo que va a pasar en dos años te ralentiza las cosas. Esta semana hubo un conflicto dentro del Gobierno mismo con el tema de Tía María. Si el Gobierno da señales completamente encontradas, pues no ayuda.
Fuente: GESTIÓN.