“La creciente incertidumbre política no sólo está poniendo en riesgo las inversiones mineras en construcción de nuevas minas, sino también las inversiones en unidades mineras operativas”, reflexiona Augusto Cauti, ex viceministro de Minas.
¿Cuál es el aporte de la minería a las regiones, a pesar de la conflictividad que afecta esas zonas?
Cada año se ve un incremento del aporte de canon y regalías a las regiones en que se dan actividades mineras. Cabe anotar que las inversiones mineras no son sólo relevantes por lo que producen sino también por lo que recaudan por concepto de impuestos, tributos y regalías. El año 2023 no ha sido la excepción ya que el monto recaudado por canon, regalías y derechos asciende a más de S/10,900 millones de soles, máximo histórico.
Estos recursos generados por el sector minero son muy relevantes para el Estado por cuanto permiten ejecutar obras y servicios públicos para mejorar la calidad de vida de las personas en especial en zonas aledañas a las áreas en que se realizan actividades mineras. Sin embargo, en muchos casos ello no se logra.
¿La situación de inestabilidad pone en riesgo las inversiones mineras en la construcción de proyectos de ampliación?
Sin duda, a los problemas de conflictividad social y barreras burocráticas de permisos, se viene sumando la incertidumbre e inestabilidad política que se están convirtiendo cada vez más en una traba fundamental para que no se desarrollen nuevos proyectos mineros. Desde hace unos años, ya no vemos el inicio de una nueva construcción de mina, ni tampoco tenemos alguna construcción nueva en ejecución, como ha venido ocurriendo en años pasados recientes donde, al menos, esas ejecuciones de nuevas minas generaban más inversiones, la activación de más cadenas productivas, la creación de empleos, la generación de divisas, etc.
Ahora, por el contrario, la creciente incertidumbre política no sólo está poniendo en riesgo las inversiones mineras en construcción de nuevas minas, sino también las inversiones en unidades mineras operativas -ya que por razones de bloqueos de carreteras o de conflictos sociales políticos, no se incrementa la producción, ni se reemplazan los stocks, etc.
Debido a la situación actual que enfrenta el país, ¿cree que será difícil que un proyecto minero importante inicie operaciones este 2023?
Será complicado que aquellos proyectos que involucran miles de millones de dólares decidan comenzar en un escenario de alta incertidumbre política, conflictividad social, confrontación, así como riesgos de cambiar la Constitución del Perú y una nueva elección presidencial y congresal, entre otros. Tenemos proyectos nuevos como Yanacocha Sulfuros, Zafranal, Magistral, San Gabriel, Corani o ampliaciones como Antamina, pero se requiere de estabilidad jurídica y política para desarrollar esas importantes inversiones; caso contrario, y a pesar de las proyecciones de precios del cobre, zinc u oro que siguen siendo buenos para el 2023 y los años siguientes, no veremos que podamos usar al sector para generar mayor crecimiento en el país que repercuta en mejora del bienestar de vida de las personas.
Las regiones requieren con urgencia inversiones en desarrollo social. ¿Qué acciones cree que se deberían hacer?
Si no se logra un desarrollo territorial integral, realizando inversiones en las áreas aledañas a operaciones mineras desde el inicio, será cada vez más complejo desarrollar actividades mineras que a su vez generen recursos al Estado y con ello se pueda dar bienestar a la población.
A estos fines, deben usarse herramientas que ya están dando resultados en el país para cerrar brechas sociales y de infraestructura, como son los PMO (Project Management Office), los G-to-G, obras por impuestos, PEIP (Proyecto Especial de Inversión Pública); a la misma vez, se deberían realizar cambios a los marcos legales que permitan acelerar o hacer más eficientes las APP (Asociaciones Público Privadas) y en general el desarrollo de obras públicas a través de la ley de contrataciones del Estado.
¿Cuál es su opinión sobre la promoción de las exploraciones de litio en nuestro país? ¿Qué posibilidades tiene este recurso en un país tan rico en cobre?
A nivel mundial, el litio es un mineral crítico para la transición energética, especialmente en relación a su utilización en la industria de baterías para el almacenamiento de energía, la electromovilidad y aparatos electrónicos. Según la Agencia Internacional de Energía, se estima la demanda del litio aumente 42 veces para el año 2040; y, según Cochilco de Chile, se estima que la demanda asociada con el uso de vehículos eléctricos aumentará de 41% del consumo agregado de litio en el año 2020 a un 73% hacia el año 2030
Sin embargo, para confirmar la explotación del litio en el Perú y sus posibilidades, se debe partir por realizar más exploraciones y esto último no pasa por catalogarlo o declararlo como estratégico o no. Más bien, se debe promover la exploración del Litio para confirmar la presencia de la materia prima en el territorio nacional, en particular a lo largo de la cordillera de los Andes cuya geografía viene demostrando la gran y diversa presencia de metales.
Luego, en caso de confirmarse tales hallazgos, se requiere garantizar las condiciones para que se den exploraciones de litio y de otros metales críticos, a través de inversiones que puedan ejecutarse; desarrollándose y construyéndose las minas que resulten apropiadas para tales fines
Ahora, si bien el litio es nuevo en el Perú y podría generar el apetito de nuevos inversionistas, el país ya es un importante jugador cuprífero que cuenta con una cartera interesante de proyectos en cobre -elemento también crítico para la transición energética en ciernes-; por lo que, sin duda, debe apostarse por potenciarse esto último, sin desmedro de todo lo anterior.
Fuente: REVISTA MINERÍA&ENERGÍA